Este pan se elabora de forma rápida, sin amasado e incluso sin tener una báscula. Por eso veréis que os pongo los ingredientes en gramos y también en otras unidades para que podáis medir todo sin báscula. Todo lo que necesitáis es un bol, una cuchara, un trapo y a poder ser una cazuela que no tenga partes de plástico para poder meterla al horno. Pero tranquilos que si no tenéis cazuela también os doy otras opciones.
Os aseguro que cuando saquéis vuestro pan del horno y lo cortéis querréis llorar de alegría. En ese momento lo mejor es que le hinquéis el diente, ya sea solo, con algo dulce o con algo salado. ¡Como más os guste!
Espero que os animéis a hacer este pan en casa porque es la receta de pan más sencilla y efectiva con la que me he topado en mi vida, de hecho, nunca me ha salido mal. Este pan puede con todo, aunque nuestro horno sea una patata, aunque se nos haya ido la mano con algún ingredienteél sale bien. Os dejo con la receta y recuerda que además en los destacados de mi Instagram tienes los vídeos del paso a paso de este pan.
¿Os ha gustado esta receta? Espero vuestros comentarios y me encantaría ver el resultado. ¡Etiqueta a #shoothecook en tu foto de Instagram para que no me la pierda!
Pan Casero Rápido Sin Amasado
Pan casero rápido sin amasado, os traigo una receta fácil y con la que consigues hacer buen pan a la primera.
500 g de harina de trigo normal o panificable
325 ml de agua templada
2 cdtas. (10g) de sal
2 g de levadura seca de panadero (1/2 cdta. de postre) o 6 g de levadura fresca (como 1 dado de parchís)
MASA SIN AMASADO
Si utilizas levadura seca pon en un bol la harina, la sal y la levadura. Mezcla un poco con una cuchara y seguidamente añade el agua.
Si utilizas levadura fresca pon primero en un bol el agua, añade la levadura fresca y dale unas vueltas con una cuchara hasta que se disuelva. Añade después la harina y la sal.
En ambos casos, ahora toca mezclar todo con una cuchara y cuando no puedas mezclarlo más sigue con las manos hasta obtener una masa homogénea y un pelín pegajosa. No serán más de 3 minutos.
Tapa la masa con un film o trapo y deja fermentar 10-12 horas a temperatura ambiente.
Si se nos hace tarde pasadas esas horas podemos meter el bol en la nevera toda la noche y al día siguiente simplemente lo sacamos del frigorífico 2 horas antes de cuando queramos seguir con la receta.
Tanto si lo hemos dejado dormir en la nevera como si lo hacemos del tirón ahora toca darle forma al pan. Saca la masa a una superficie limpia y enharinada. Estira un poco la masa formando como un rectángulo. Dobla un lado del rectángulo hasta el centro y luego dobla el lado opuesta de forma que quede sobre el doblez anterior (en el vídeo se ve más claro). Haz lo mismo con los otros 2 lados. Al final te quedará una especie de cuadrado abombado.
Cubre el bol de antes con un trapo limpio o con papel de cocina con un poco de harina. Añade unas semillas si quieres, es opcional. Coloca encima la masa quedando el doblez en contacto con el trapo o semillas.
Tápalo con lo que sobresale del trapo y déjalo fermentar de 2 a 3 horas o hasta que la masa haya crecido o duplique su volumen inicial.
HORNEADO
Para hornear el pan os recomiendo meterlo en una cazuela metálica con su tapa, esto nos ayuda a crear un horno de pan dentro de nuestro horno doméstico. Si no tenéis ninguna apta para horno podéis utilizar dos bandejas hondas de horno entre las que pueda caber el pan, o si no, ponerlo simplemente sobre una bandeja de horno.
Cuando veas que la masa casi ha acabado de fermentar calienta el horno a 180 con calor arriba y abajo. Introduce la cazuela sin tapa y deja que se caliente unos 20 minutos.
Saca la cazuela con cuidado. Vuelva directamente la masa de pan dentro de la cazuela o ayúdate de un plato para darle la vuelta y luego pásalo a la cazuela. La parte del pliegue donde están las semillas debe quedar hacia arriba.
Haz una raja superficial de lado a lado del pan con el cuchillo. Pon la tapa a la cazuela y métela al horno en una posición intermedia. Hornea tapado a 220º durante 40 minutos. Luego quita la tapa y hornea 15 minutos más a 220º, si ves que se dora demasiado vuelve a poner la tapa.
El tiempo dependerá del tamaño del pan y del horno. El pan está cocido si al golpear la base suena hueco, si no es así podemos meterlo un poco más al horno.
Lo sacamos de la cazuela de inmediato y dejamos que se enfríe antes de cortarlo.
CONSERVACIÓN
Se mantiene fresco durante unos 4 días y también lo podéis congelar cortado en rodajas. Así cuando quieras una rebanada la metes congelada en el tostador y sale perfecta.
The post appeared first on Shoot the Cook - Recetas fáciles y trucos para fotografiar comida.