Por esas cosas de la vida, el trayecto no ha sido demasiado fácil para ellos. Año y medio después, los anticuerpos seguían sin bajar pese a hacer correctamente la dieta sin gluten. Según su médico, cuando lo normal es que un celíaco tolere bien hasta las famosas 20 ppm de gluten, su umbral de tolerancia es aún menor (algo poco habitual). Así que hace unos dos meses la peque, siguiendo las indicaciones de su médico, comenzó una dieta aún más estricta que parece, POR FIN, estar dando resultado, de forma rápida y espectacular. Dieta sin gluten, sin lácteos y lo más natural posible, es decir, fruta, verdura, legumbres, carne, huevos y bebida y postres de soja (pescado no, porque también es alérgica). (Ni que decir tiene, que las dietas las pauta el especialista, y que no debemos empezar ninguna dieta, y menos si es estricta, si no es por prescripción médica).
África, que así se llama la niña, estaba dos meses sin probar pan ni nada hecho con harinas, ya que de momento hay que descartar cualquier vía que pueda ocasionar la más mínima posibilidad de ingesta de trazas de gluten, ni siquiera en las cantidades más ínfimas, así que en casa no pueden entrar harinas comerciales. Por eso, hace unos días se me ocurrió coger mi robot de cocina y hacer harinas caseras de arroz y garbanzo, para intentar hacer pan y algún bizcocho o magdalena.
Si difícil es hacer un pan sin gluten, por todo lo que ya sabemos, imaginad por un instante que tampoco se le pueda echar ni levadura ni otras harinas que hagan que el pan sepa a pan. Realmente el reto es difícil, pero viendo lo a gusto que se lo come la peque, parece que se ha conseguido el objetivo.
Este pan, por supuesto a penas aumenta volumen durante el horneado, pero casi milagrosamente es un "pan" blandito. Aquí os dejo un vídeo. Sé que no se ve muy bien, porque tampoco lo grabé con intención de ponerlo aquí, pero es para que os hagáis una idea.
Os dejo la receta:
Ingredientes:
150g harina de arroz
15g harina de garbanzo
60g patata cocida
1 huevo L y 1 clara
120g agua
30g aceite de oliva vírgen extra
Sésamo u otro tipo de semillas para espolvorear
1 y 1/2 c.c. sal
1c.c. azúcar
(*c.c.=cucharadita de café)
Elaboración:
1) Hacer las harinas caseras en el molinillo o robot de cocina y tamizarlas varias veces (al ser harinas caseras hay que hacerlo, ya que el grano no es tan fino como el que se consigue con los molinos industriales). Reservar.
2) Montar las 2 claras a punto de nieve con media cucharadita de sal. Reservar.
3) Batir todo junto: agua + aceite + yema + patata cocida + sal + azúcar.
4) Añadir a lo anterior las harinas tamizadas y mezclar hasta obtener una masa uniforme.
5) Añadir las claras montadas con movimientos envolventes, con cuidado de que no se bajen. La consistencia de la masa es casi como la de un bizcocho, por eso es necesario un molde para hornearla.
6) Verter en un molde* enaceitado y espolvorear las semillas de sésamo por encima.
7) Hornear en horno precalentado a 200º, pero bajar a 180º al introducir el molde. Tiempo aproximado 45-50 minutos.
* Podemos utilizar varios tipos de molde: el alargado de plum-cake, el de panecillos de hamburguesa o incluso el de muffins. Hay que tener en cuenta que la masa a penas aumenta de volumen durante el horneado, así que, en realidad más que pan podría llamarse "tortas".
En el molde de plum-cake sale como de 2.5-3 cm de alto, así que partido por la mitad hace las veces de rebanada de pan de molde.
Sé que hay alguna mamá más en situación similar que está buscando recetas de estas características. Sólo espero que ésta os sea útil y que vuestros peques no echen nada en falta.
A la familia de África: ¡Mucho ánimo! Estáis a punto de conseguirlo ;-)