Ingredientes
20 g de levadura fresca
350ml de leche entera templada
25 g de mantequilla derretida
20 g de jarabe de arce o miel
500 g harina panadera ( si no tenemos usaremos 250 g de harina floja y 250 g de harina de fuerza)
7g de sal fina
Lo simpático de este pan es que está hecho a mano, no usaremos ninguno de nuestros ayudantes de cocina, solo las manos :)
Mezclaremos la levadura con la leche y el jarabe de arce. Añadimos la harina y la sal y mezclamos con las manos hasta que esté todo amalgamado por completo y nos quede una masa un tanto pegajosa. Aquí le agregamos la mantequilla y la incorporamos bien. Tapamos y dejamos descansar por 10 minutos.
Aceitamos un poco una parte de la mesada y con las manos también aceitadas amasados unos 10 segundos, es el tiempo en que la masa absorbe el aceite y comienza a pegarse. Formamos una bola y dejamos reposar otros 10 minutos. Repetiremos este proceso tres veces, la ventaja de los tiempos de espera es que nos evitará tener que amasar un montón.
Finalmente dejaremos reposar la masa 30 minutos. ( Ya llevamos una hora de tiempos de espera aunque no se puede decir que sea mucho trabajo).
Engrasamos un molde de 12 x 19 cm y dividimos la masa, yo en este caso lo hice en 5 partes iguales, pero lo ideal es en dos partes. ( es que pensaba hacerlos individuales) y formamos un pollito. Los colocamos en el molde ( como son 5 debemos dejar espacio entre cada uno para que leude, de ser dos es más fácil pues van juntos en el centro.
Cubrimos con un paño y esperamos a que casi hayan doblado su tamaño.
Precalentamos el horno a 210º y pincelamos con leche. Horneamos a esta temperatura durante 15 minutos y luego bajamos la temperatura a 180º y continuamos otros 25 minutos, si se nos tuesta mucho el pan, lo cubriremos con un papel de aluminio, pero eso también es cuestión de gustos.
Retiramos del molde y dejamos enfriar en un rejilla. Es fundamental esperar que esté frío, porque a pesar que el olor del pan recién salido del horno si lo queremos rebanar debe estar frío.
Caro :)