Y eso que a mí nunca me ha gustado la cerveza... Pero todo cambió hace poco, de hecho hace menos de un año, cuando a mi chico le entró el gusanillo por preparar sus propia cerveza en casa y se hizo con un kit de iniciación a la cerveza artesana.
El resultado de la primera tanda de cerveza nos gustó tanto que hemos repetido la experiencia varias veces desde entonces, y ahora disfrutamos de nuestra propia cerveza.
Como os iba diciendo... La cosa cambió a raíz de probar la cerveza elaborada artesanalmente en casa y creo que en poco tiempo me he vuelto un poco sibarita de la cerveza. Sí, no me gusta cualquier cerveza. Me gusta la cerveza artesanal, esa cuyo sabor, color y aroma le da una impronta propia a la bebida.
Por eso me encantó la propuesta de Artist & Beer de probar algunas de las cervezas que ellos venden en su tienda online. ¡Menudo descubrimiento! En su web podréis encontrar todo tipo de cervezas artesanas, españolas (que las hay y muchas) y de todo el mundo. Podéis buscar las cervezas que más os interesen en función de su procedencia, de su marca o de su precio. Encontraréis también packs degustación.
Resumiendo, si os gusta la cerveza ésta es vuestra página y vuestro sitio de referencia. No tienen cualquier cerveza. De hecho, conscientes de que no pueden ofrecernos todas las cervezas artesanas que existen en el mundo, en su compromiso con la calidad han decidido ofrecer sólo las que que mejor puntuación obtienen.
¡Mirad, las que he tenido la oportunidad de probar!
Ya sabéis que, en una ocasión anterior, preparé un pan de cerveza y que es de mis favoritos. Por eso, desde el primer momento que tuve las cervezas a mano, supe que utilizaría la cerveza Califa de trigo en un pan porque me imaginé que su sabor le daría un toque diferente.
El sabor del trigo de esta cerveza, añadido a unos frutos secos y jarabe de arce, hacen que este pan sea diferente. El toque ligeramente dulzón y el crujiente de los frutos secos, complementan a la perfección a esta cerveza artesana.
- 500 ml. de cerveza Califa de trigo limpio
- 75 gr. de frutos secos: kikos, panchitos, habas secas, pipas peladas... (yo utilicé lo que comúnmente se llama un "revuelto de frutos secos")
- 50 gr. de mantequilla sin sal
- 50 ml. de jarabe de arce
- 400 gr. de harina panificable (es decir, mitad de harina normal y mitad de harina de fuerza. En este caso, 200 gr. de harina de trigo normal y 200 gr. de harina de fuerza.)
- 150 gr. de harina integral de trigo
- 7 gr. de sal
- 3 gr. de levadura seca de panadería
El pan lo he elaborado en la panificadora. Es la mejor opción si vais con prisas. Pero igualmente se puede preparar a la manera tradicional. Os dejo la receta en los dos formatos.
Tanto si lo hacéis en horno como en panificadora, hay que tener en cuenta que la cerveza tiene alcohol y para que éste no anule el poder de la levadura, hay que hacer que se evapore.
Para ello, le daremos hervor rápido de un par de minutos. Después dejaremos que se enfríe para poder utilizarla en la receta.
En panificadora:
Simplemente hay que introducir los ingredientes en el orden que requieren estas máquinas. En primer lugar se ponen los ingredientes líquidos: cerveza, mantequilla y jarabe de arce. En último lugar se añaden los ingredientes sólidos: harinas, frutos secos, sal y levadura.
A ser posible, la sal y la levadura no deben entrar en contacto en un primer momento.
Con los ingredientes dentro de la panificadora, seleccionaremos el programa básico de horneado para panes grandes y tostado fuerte. (El programa básico suele tardar unas 3 horas, entre amasados, levados y el horneado)
Los niveles de tostado de pan podéis variarlos según vuestros gustos. Normalmente vienen tres niveles en la panificadora, y para saber cuál es el que más os gusta es cuestión de que los vayáis probando. A mí me gusta el pan tostado, y por eso lo he elegido para este pan.
En horno:
En este caso, os recomiendo triturar los frutos secos con la ayuda de una picadora. En el caso de la panificadora también podéis hacerlo pero las palas de la máquina, al amasar, trituran buena parte de ellos.
Mezclaremos todos los ingredientes en un bol. Cuando tengáis los ingredientes bien mezclados, notaréis que la masa queda algo pegajosa pero no os preocupéis porque es normal.
La taparemos con un trapo limpio y la pondremos en un lugar cálido hasta que veamos que ha doblado su volumen (unas 3 horas)
Volveremos a amasar, esta vez con las manos embadurnadas de aceite de oliva. Notaremos que la masa es menos pegajosa que al principio. Después de un amasado de unos 10 minutos, volveremos a dejar que repose durante un par de horas.
Le haremos otro amasado rápido, y le daremos la forma que queramos. Lo pondremos sobre la bandeja del horno forrada de papel de vegetal de hornear y lo dejaremos levar hasta que veamos que su volumen ha aumentado considerablemente.
Pondremos el horno a precalentar a unos 200 º C. En la parte inferior del horno pondremos un recipiente apto para hornos con agua.
Cuando el horno esté caliente, meteremos el pan dentro. Cuando hayan transcurrido los primeros 15 minutos de horneado, con cuidado de no quemarnos retiraremos el recipiente de agua. Cerraremos la puerta del horno y continuaremos el proceso de horneado hasta que el pan esté dorado y su corteza suene a hueca cuando golpeemos su superficie.
A tener en cuenta:
- Justo en el momento antes de hornear podéis espolvorearle unos frutos secos por encima.
Y aquí no queda todo, en unos días os dejaré otra receta con cerveza como ingredientes principal. Será una receta muy veraniega. ¿Os atrevéis a aventurar qué sera?
Gracias por suscribirte, Un beso. Chus
Fuente: este post proviene de Para estar por casa, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
