Es ideal para comer en cualquier comida o en tostas frías pero si, además, lo tostáis y lo acompañáis con tomate y jamón, queso, salmón o cualquier otro ingrediente que os guste, queda espectacular.
Ingredientes:
.200 gramos de harina de maíz
.300 gramos de harina de trigo de fuerza
.400 mililitros de agua templada
.1 cucharada de aceite de oliva
.1 cucharadita de sal
.20 gramos de levadura fresca
Elaboración
Lo primero que hay que hacer es una especie de masa madre para que el pan tenga más sabor. Para ello hay que desmenuzar la levadura en 250 mililitros de agua tibia en un bol amplio, añadirle 50 gramos de harina de fuerza y otros 125 gramos de harina de maíz. Mezclar todo muy bien, tapar con un paño limpio y dejar reposar, en un lugar cálido, entre 30 y 45 minutos.
Pasado ese tiempo, la mezcla se habrá inflado y tendrá muchas burbujas. Incorporarle el agua y las harinas restantes, el aceite de oliva y la sal y mezclar bien.
Verter la mezcla sobre una superficie limpia y enharinada y amasar hasta conseguir una masa homogénea. Si tenéis máquina de amasar podéis hacerlo con ella. Colocar sobre un bol, tapar y dejar reposar hasta que doble su volumen.
Cuando esté listo amasar un poco más para quitarle el aire y darle forma redonda. Colocar la masa sobre una fuente redonda, engrasada, apta para hornos. Espolvorearle un pelín de harina de maíz por encima y volver a dejar que repose para que vuelva a duplicar su volumen.
Pasado ese tiempo, meter al horno, previamente calentado, a 200º entre 20 y 30 minutos o hasta que veáis que el pan está cocido y doradito por arriba, dependerá de vuestro horno.
Ahora sólo toca esperar a que se enfríe para probarlo, eso si podéis aguantaros claro, yo no pude!!!!!