Lo cierto es que las tenía muy abandonadas primero por los calores del verano que no es el clima más apropiado para trabajar con masas si no, más bien, con helados que fue a lo que, fundamentalmente, me dediqué este verano pasado.
Finalizado el verano, las galletas y el curso que he estado haciendo han acaparado mi tiempo, pero el curso de galletas está tocando a su fin y yo decidí recuperar los panes con estos panecillos con poolish de yogur extraídos del libro de Xavier Barriga para celebrar el #díamundialdelpan
Y, mientras estaba con mi masa, mi formado me preguntaba porqué había estado tanto tiempo sin ellas, con lo que yo disfruto. Así que, con la celebración del día mundial del pan queda de nuevo abierta la veda de los panes en este blog. Advertidos estáis.
Los panecillos que os traigo hoy son muy facilitos de hacer, tienen una miga suave y una corteza crujiente muy rica y, por si tamaño, son perfectos para la merienda de los cachorritos o para la comida de los mayores sin pecar de exceso.
Si os sobran, se pueden congelar e ir sacando más adelante para los mismos fines. No os perdáis los consejos para congelar panes y brioches, pinchando en la imagen:
Vamos ya, entonces, con la receta de los panecillos con poolish de yogur
El poolish, si no lo sabéis, es un tipo de prefermento. Y, ¿qué es el prefermento? Pues, ni más ni menos, que una porción de la masa puesta a fermentar antes que el resto, despacito y con poca levadura, para que el pan adquiera otros aromas. En panadería, las prisas no son buenas. Es mucho mejor organizarse el tiempo y dejar que las masas reposen con calma, los resultados lo agradecerán. Pues para esto vale un prefermento. Así que no os asustéis por los nombres, que tanto los ingredientes como la técnica no son complicados.
Para el poolish de yogur:
1 yogur natural sin azúcar -puede ser griego, desnatado, el que prefiráis-
100 gr. de harina
50 ml. de agua
2 gr. de levadura fresca de panadería.
Para el resto de la masa:
225 ml. de leche
1 cucharadita de sal500 gr. de harina
Puedes usar harinas integrales o de distintos cereales si te gusta: yo usé 250 gr. de harina integral de trigo y 250 gr. de harina normal.
5 gr. de levadura fresca de panadero.
Primero elaboramos el poolish: mezclamos sus ingredientes hasta obtener una especie de papilla cremosa sin grumos.
Nos aseguraremos de que la levadura quede bien integrada. Si lo consideramos necesaria podemos disolverla previamente en el agua.
Tapamos bien con un papel film o con una tapa que cierre bien y dejamos reposar.
El tiempo depende de nuestra disponibilidad: si podéis, lo mejor es prepararlo por la noche y dejarlo hasta la mañana siguiente.
Si no, podemos ponerlo en un lugar cálido para que se active más rápidamente. Un truquillo: coloca un cuenco con agua hirviendo debajo del recipiente en el que tengas el poolish. En un par de horas o menos estará burbujeante y listo para ser usado.
Amasamos todos los ingredientes, incluído el poolish.
En panificadora: colocamos todos los ingredientes en la cubeta, comenzando por los líquidos y seleccionamos el programa de amasado con levado y dejamos trabajar, vigilando que todos los ingredientes queden bien integrados.
Primer levado: la masa, bien tapada, debe reposar unas dos horas. Aproximadamente hasta que haya doblado su volumen.
Desgasificado y formado:
Volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, la amasamos ligeramente y la dividimos en porciones de unos 30 g.
Con cada una de esas porciones hacemos bolas que iremos depositando, bastante separadas unas de otras, sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Segundo levado: Nuestras bolitas de pan deberán reposar una hora, más o menos. Tendremos que ver que han crecido bastante, pero no necesariamente tienen que doblar su volumen.
El reposo puede hacerse perfectamente dentro del horno apagado. De esta manera, evitamos que las corrientes de aires puedan resecar nuestra masa.
Si esto no es posible, tendremos que taparlas con un trapo de cocina bien limpio.
Horneado:
Sacacamos los panes del horno, si es que los teníamos levando dentro, y lo precalentamos a 250º con un cacharro metálico con agua dentro (esto es para hacer vapor que creará una corteza crujiente)
Realizamos un corte con una tijera en cada uno de los panecillos, los pulverizamos con un poco de agua y horneamos: los primeros 10 minutos a 250ºC, calor arriba y abajo, con ventilador y con el cacharrito de agua dentro, generando vapor.
Pasado este tiempo, sacamos el agua y bajamos la temperatura a 210ºC. Dejamos cocer otros 10-15 minutos.
El pan estará listo cuando, dando unos golpecitos en la base, suene a hueco. Si no es así, lo dejaremos 5 minutos más.
Si viéramos que están demasiado dorados por arriba, podemos cubrir con papel de aluminio.
Finalizado el tiempo de cocción, retiramos el papel de hornear de la bandeja y dejamos los panecillos dentro del horno con la puerta entreabierta 10 minutos más.
Sacamos y dejamos reposar sobre una rejilla hasta que se entibien y podamos hincarles el diente.
¿Sabéis como están deliciosos estos panecillos? Con un poco de mermelada de mora y jengibre que me regaló mi amiga Amalia. Yo que siempre había tomado mermeladas con panes dulces o de molde, he descubierto que, ¡están casi más ricas con panes crujientes!
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¡Feliz día mundial del pan! #díamundialdelpan
Happy world bread day #wbd2015´