¿A quién no le gustan las papas fritas? Tienen algo que me encanta, y para acompañar una hamburguesa o sándwich resultan ideales. El problema es que las frituras no son muy buenas para la salud, por lo que deberíamos reducir su consumo.
Lo cierto es que llevo mucho tiempo tratando de encontrar una forma cómoda, saludable y rica de papas fritas al horno, y hasta hace un par de meses no había tenido éxito.
Las papas tienden a quedar un poco secas y duras en el horno, sin mucho color, y si no agregas mucho aceite a las papas, estas se terminan pegando a la bandeja. Al menos esa ha sido mi experiencia y he seguido muchas recetas diferentes que se consiguen en la red sin éxito.
Esta vez me dejé llevar por mi intuición, que en la cocina me funciona bastante bien.
Primero que nada, yo no les quito la piel a las papas, sólo procuro cepillarlas muy bien para quitarle todo rastro de tierra.
Una de las cosas nuevas que probé fue usar papas pequeñas, de no más de 6 cm de ancho y angostas, 4 cm a lo más. Que quepan cómodamente en mis manos.
Luego de lavadas, las corto en cuartos, y luego cada cuarto lo corto a la mitad, todo de manera longitudinal, es decir, por su lado más largo. Así me salen de cada papa 8 gajos. Lo importante aquí es que me queden de cada pieza dos caras de la papa descubiertas.
Al cortar la papa en bastones quedan 4 lados, y resulta más difícil que queden doraditas, y tomaría mucho más tiempo de cocción.
Luego de cortadas las remojo en agua fría unos segundos, no las dejo mucho tiempo, tan sólo me aseguro de remover las papas en el agua hasta que ésta se ponga blanca, esto quiere decir, que ya soltaron el almidón.
Lo siguiente es escurrirlas y secarlas una a una con un paño de cocina o papel absorbente. Esta es la parte a la que le dedico más tiempo, pero que es una de las claves para que estas papas salgan bien y no se peguen a la bandeja.
Luego las coloco en un bol y le agrego sal y especies variadas a gusto, aunque no debe faltar alguna que le aporte color, como pimentón dulce, onoto o cúrcuma. Yo he usado onoto, ya que es lo que tengo a disposición, pero mi opción preferida y recomendada es pimentón.
Luego remuevo bien las papas, para que se adhieran y distribuyan bien las especias y la sal. Al agregar sal las papas van a empezar a soltar líquido muy pronto, por lo que es importante tener el horno ya caliente y la bandeja preparada con una ligera capa de aceite. Esto es también muy importante.
La cantidad de aceite usada es mínima y es sólo para untar la bandeja, yo sugiero ½ cucharadita, pero puede ser incluso menos, sólo lo necesario para cubrir ligeramente toda la superficie, ésta no debe quedar empapada.
Luego lo que queda es agregar las papas con una de las caras contra la bandeja, hornear por 10 minutos, retirar del horno y voltear cada una, y hornear por 10 minutos más.
Verás que las papas se abomban, quedan exquisitas de sabor, y de un color fabuloso, así como crujientes por fuera y suaves por dentro. Puedes acompañarlas con esta salsa de tomate casera, fácil y rápida.
Desde que las preparé así la primera vez, las he vuelto a preparar unas 5 veces y siempre me han salido perfectas. El único paso que quita un poco de tiempo es secarlas, pero si las prepararas fritas tendrías que estar encima de ellas mucho más.
Así que esta forma de preparar papas fritas al horno, es una opción práctica, saludable y deliciosa, que sí o sí tienes que probar.
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Me encantaría saber si preparas estas papas fritas al horno, así que no me dejes con la incertidumbre y dímelo en los comentarios. Te dejo por lo pronto con la receta paso a paso.
Papas fritas al horno crujientes y doraditas
Ingredientes:
para estar al tanto.