Pescado frito. Soy feliz cuando voy a la pescadería y veo que tienen pargo fresco a buen precio, quizá ustedes encuentren exagerado que mi felicidad esté vinculada con la posibilidad de hallar determinado pescado en el mercado; pero es que el pargo me trae gratos recuerdos de las comidas en casa de mis padres y de los fines de semana en las playas de Santa Marta. Ahora que vivo tan lejos de los míos, me entusiasma la posibilidad de volver a disfrutar de un sabor que es tan familiar para mí.
Además de los recuerdos familiares, aclaro que lo que más me gusta del pargo es su delicioso y delicado sabor, a mí me encanta comerlo frito, aunque también queda buenísimo al horno, a la plancha o guisado. Esta es la segunda entrada de pargo frito que publico en el blog, en la primera publicación lo freí en rodajas y lo sazoné de la forma más simple y habitual. Realmente este pescado no precisa de muchos condimentos, pero hoy me apetecía sazonarlo con algo más que sal y pimienta por variar un poco. El resultado me ha gustado; el adobo combina bien con el pescado sin ahogar su sabor.
Si les apetece probar este plato, les recomiendo que adquieran unos parguitos muy frescos, fíjense en que tengan las agallas rojas y los ojos brillantes. Recuerden que me pueden encontrar en facebook. Los invito a visitar mi blog --> Los Antojos de Clara.
Ingredientes para 2 personas:
2 pargos pequeños (400 gramos c/u)
Pimentón dulce o paprika
Ajo en polvo
Orégano
Sal y pimienta
Aceite de girasol
Preparación:
Al momento de comprar los parguitos, le pedimos al pescadero que los limpie y les quite las escamas. En casa limpiamos con más detalle los pescados y les hacemos 2 cortes sesgados por ambos lados. Si hiciera falta, secamos el exceso de humedad de los pescados con papel absorbente. Sazonamos cada pargo con una pizca generosa de pimentón dulce, ajo en polvo y orégano y salpimentamos al gusto. Nos aseguramos de esparcir bien el condimento por dentro de la cavidad del pescado y en los cortes.
Ponemos a calentar abundante aceite en una cacerola o sartén grande. Cuando el aceite esté bien caliente, introducimos el pescado y lo freímos a fuego medio hasta que adquiera un bonito color dorado. No hace falta voltear muchas veces el pargo, lo dejamos dorar bien de un lado antes de darle la vuelta. Colocamos el pescado frito sobre un plato con papel absorbente para retirar el exceso de grasa. Servimos enseguida.
A disfrutar!!! Delicioso con yuca cocida, unas rodajas de tomate de temporada y cebolla roja con aceite de oliva y limón uumm...
Hasta pronto!