Cuando mis hijos me regalaron el libro “Pasteles del mundo” de Roger Pizey, este fue uno de los postres que puse como pendiente, y una reunión con amigas fue la excusa perfecta para prepararlo.
Es un pastel que empezo a prepararse para conmemorar la carrera ciclista Paris-Brest, de ahí su nombre. Desde entonces es muy popular en Francia.
Es la misma masa que hacemos para preparar los profiteroles y los petisus. Y la crema que he utilizado para el relleno es una crema pastelera ligera, que está sacada del mismo libro.
Os aseguro que queda una crema muy suave y ¡riquísima!
Como preparar la masa:
Poner a calentar el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal.
Cuando rompa a hervir echar la harina tamizada de golpe.
Dejar cocinar con el fuego al mínimo y sin dejar de mover con una cuchara de madera hasta que se despegue de la cacerola.
Sacar a un bol y dejar templar.
Ir echando los huevos uno a uno.
Ir envolviendo con la misma cuchara bien cada huevo hasta que esté integrado antes de echar otro.
Yo utilicé sólo 3 de la clase “L”, si son más pequeños habrá que utilizar uno más si acaso, pero de todas formas tiene que quedar espesa.
Meter a la nevera tapado una hora.
Como hacer la corona:
Echar la masa en una manga pastelera con un boquilla redonda.
Preparar un papel de horno con un circulo de 21cm (un plato os puede servir para hacerlo).
Colocar el papel en una bandeja que se pueda meter a la nevera, con cuidado de colocar la parte pintada hacia abajo para que no toque la masa. Después antes de hornear habrá que pasarlo con el papel a la bandeja del horno.
Hacer un anillo con la masa sobre el dibujo y otros dos anillos más por dentro del primero.
Dejar enfriar en la nevera 15 minutos.
Sacar y hacer otros dos círculos encima, en la junta de los círculos que tenemos echos.
Pintar con huevo batido y cubrir con almendras laminadas.
Como hornearlo:
Es un poco entretenido, pero merece la pena.
Precalentar el horno a 230º cuando esté caliente meter la corona y apagar el horno, dejar 12 minutos con él apagado.
Volver a encenderlo a 180º y dejar 15 minutos.
Volver a apagarlo y dejar 10 minutos con él apagado
Volver a encenderlo a 180º y dejar 40 minutos. ¡Y fin!
Todo esto sin abrir el horno. Y la bandeja colocada en la mitad.
Este proceso de encender y apagar el horno es para que la masa quede consistente y no se nos ablande cuando pongamos el relleno.
Cuando esté frío abrir y rellenar con la crema que más os guste. Pero con la crema que os dejo la receta está ¡espectacular!
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