Sigo publicando posts que tenía pendientes, hoy os enseño esta receta de mi madre, plato que suele preparar en navidades y ocasiones especiales para poner de entrante y picoteo, parrochas escabechadas.
Es una receta muy sencilla de hacer y es muy cómoda ya que se prepara un día antes y así nos olvidamos después de cocinar.
Aquí os dejo cómo las hace ella, quedan suaves y muy ricas.
INGREDIENTES:
– 1 kilo de parrochas frescas, lo más pequeñas posible
– sal
– harina de maíz sin gluten (Farina de Schär)
– aceite de oliva
– 1 cebolla grande
– 4 dientes de ajo
– 4 hojas de laurel
– medio vaso de vino blanco
– 1 vaso de agua
– 3 vasos de vinagre de vino
ELABORACIÓN:
Una vez que tenemos las parrochas en casa sin las cabezas, lo primero que hacemos es lavarlas bien con agua y dejar que escurran.
Salamos las parrochas por ambos lados y las rebozamos en harina de maíz sin gluten.
En una sartén ponemos un poco de aceite de oliva y sellamos y doramos las parrochas. Reservamos las parrochas ya doradas en una cacerola aparte.
Pelamos y partimos la cebolla en trozos no muy pequeños y machacamos los ajos enteros, esto lo pochamos en una sartén con aceite de oliva. Añadimos las hojas de laurel lavadas y dejamos unos minutos sin que se nos queme. Incorporamos el medio vaso de vino, dejamos que evapore el alcohol y añadimos el agua y el vinagre. Dejamos todo cociendo unos 5 minutos a fuego medio.
Pasado ese tiempo incorporamos nuestro escabeche a la cacerola donde teníamos reservadas las parrochas, cubriéndolas muy bien. Dejamos todo otros 5 minutos a fuego medio y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Una vez que las parrochas han enfriado las guardamos en la nevera por lo menos 24 horas.
Al emplatar es tan sencillo como sacar un ratito antes de la nevera y comer las parrochas y el escabeche fresquito.
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