Ingredientes: (2 personas)
250g de pasta fresca ( hemos utilizado Sacchettini rellenos de champiñones y trufa
Agua
Sal
Ingredientes para la salsa:
1/2 cebolla
1 cucharadita de postre de harina de trigo
75 g de queso rallado cuatro quesos
25g de queso parmesano rallado
150ml de leche semidesnatada
Nuez moscada
Pimienta negra
Pimentón dulce
Sal
1 cucharada sopera de mantequilla
Ingredientes para decorar:
2 cucharadas de almendras tostadas picadas
2 cucharadas de parmesano en polvo
4 níscalos (opcional)
1 ajo pequeño picado (lo utilizaremos para freír los níscalos)
Perejil picado (lo utilizaremos para refreír los níscalos)
Preparación
Empezaremos lavando bien los níscalos, troceándolos en trozos pequeños y desechando el tallo.
Pondremos una sartén al fuego, con un poquito de aceite y cuando esté caliente, añadiremos los níscalos, junto con una pizca de sal, el ajo picado y el perejil. Dejaremos que se vayan haciendo los níscalos, hasta que estén tiernos.
Cuando estén al punto, los retiraremos y reservaremos.
A continuación, pelaremos y rallaremos la cebolla y la reservaremos.
Pondremos una olla con agua y sal y cuando esté caliente añadiremos la pasta, hasta que esté al dente.
Mientras se va cociendo la pasta, prepararemos la salsa.
Pondremos una cazuela al fuego, con la mantequilla.
Añadiremos la cebolla y la dejaremos pochar, cuando esté pochada, incorporaremos la harina y removeremos para que se dore y se integren los ingredientes.
Agregaremos la leche y seguiremos removiendo, para que todo se mezcle bien.
Incorporaremos la pimienta negra, la nuez moscada y el pimentón (las cantidades de estos ingredientes, dependerán de vosotros). Removeremos para que se integren todos los ingredientes.
Incorporaremos los quesos, removeremos y probaremos el punto de sal, para así, poder rectificarlo en el caso, que sea necesario.
A continuación, añadiremos la pasta, previamente colada y removeremos bien para que se integre a la salsa, si vemos qué, queda muy espesa, añadiremos un poco más de agua, de la cocción de la pasta.
Cuando esté la pasta mezclada con la salsa, serviremos, esparciendo por encima las almendras picadas y espolvoreando queso parmesano en polvo y los níscalos que teníamos reservados.
Empieza la temporada de Níscalos 2018
Hoy os traemos una receta elaborada con níscalos, o también conocidos como robellons, pero antes os queremos mostrar los mejores consejos para encontrar los níscalos, limpiarlos correctamente y cocinarlos.
Con la llegada del otoño, estas deliciosas setas empiezan a aparecer en muchas de las paradas de verduras y hortalizas, por lo que nos permiten incorporarlas a nuestra dieta.
Esta seta es muy común en España y crece en pinares y bosques. Su recolección es muy sencilla, ya que solo necesitarás una navaja y una cesta de mimbre, para ir guardándolos.
Pero debéis tener en cuenta, que está totalmente prohibido utilizar bolsas de plástico para su recolección, ya que las esporas no caerían y podrían extinguirse.
Los níscalos, pueden cocinarse asadas, guisadas o como acompañante de carnes rojas o blancas y carnes de aves.
Los níscalos, son uno de los mejores hongos de otoño, junto con los boletus, las trompetas de la muerte, seta de cardo…
Pero los níscalos, son una de las mejores tipos de setas comestibles, ya que son muy fáciles de cocinar.
¿Cómo limpiar los níscalos?
Para limpiar los níscalos o rovellones, cogeremos un cepillo de dientes o cuchillo y limpiaremos la arena que pueda quedar, siempre con mucho cuidado y sin ponerlos debajo del agua, ya que al mojarlos pierden todo su aroma y esencia.
Níscalos 2018. Propiedades nutricionales
Una de las propiedades nutricionales de los níscalos, es su alto contenido en agua, lo que los hace un alimento con bajo contenido en grasas e hidratos de carbono. Además, el níscalo, posee una gran cantidad de vitaminas y minerales, potasio y, además, es bajo en calorías y nos ayuda a reducir la retención de líquidos en el cuerpo.
Otros minerales que encontramos en su composición son el cobre, que nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario y nervioso, y el fósforo, imprescindible en la correcta formación los huesos y dientes.
Rustido de conejo con níscalos y castañas
Arroz negro
Pollo al azafrán
Chuleta de cerdo con salsa de alcaparras
Pechuga de pavo con berenjena en salsa
Albóndigas en salsa verde