En esta ocasión, vamos a mostraros cómo preparamos un sabroso rustido de conejo, aunque vosotros lo podéis preparar con cualquier otra carne, que os guste.
Ingredientes: (4 personas)
1 conejo cortado a octavos
250g de níscalos
250g de castañas
1 cucharada sopera de piñones
1 cebolla
1 diente de ajo sin el germen
4 cucharadas de tomate triturado al natural
50ml de brandy
Pimentón dulce
1 hoja de laurel
200ml de agua caliente
1 cucharada sopera de manteca de cerdo o aceite de oliva
Sal
Pimienta negra
Preparación
Pelaremos y rallaremos la cebolla y el ajo y los reservaremos.
Lavaremos muy bien los níscalos, en el caso que sean muy grandes las trocearemos, desechando el tallo y los reservaremos, al final de este post, os mostramos algunos consejos que os pueden ser de gran utilidad, para lavar correctamente los níscalos.
Salpimentaremos el conejo, lavaremos las castañas y les daremos un corte longitudinal.
Pondremos una cazuela al fuego con agua, sal y las castañas, las dejaremos cocer aproximadamente durante 30 minutos, aunque el tiempo siempre dependerá del tamaño de las castañas.
Cuando estén tiernas, las iremos sacando, pelando y las reservaremos.
Mientras se van cociendo las castañas, iremos rustiendo el conejo.
Pondremos una cazuela al fuego, con la manteca de cerdo o con aceite, cuando esté caliente añadiremos el conejo y lo dejaremos dorar por todos los lados. Cuando esté dorado, lo retiraremos y lo reservaremos.
En la misma cazuela, agregaremos la cebolla y el ajo y los dejaremos pochar.
Incorporaremos un poco de pimentón, removeremos y agregaremos el tomate, una pizca de sal y la hoja de laurel, dejaremos pasar unos minutos, para que se termine de hacer el sofrito.
Añadiremos la copa de brandy y dejaremos que vaya reduciendo el alcohol.
Incorporaremos el conejo, los níscalos, los piñones, el vasito de agua y la sal al gusto.
Dejaremos cocer a fuego medio, durante aproximadamente 20 minutos. En el caso, que veamos que se ha reducido demasiado la salsa, podemos añadir un poco más de agua.
A continuación, añadiremos las castañas cocidas y dejaremos 15 minutos más al fuego, hasta que el conejo esté bien tierno y la salsa se haya espesado.
Ahora ya lo tendremos listo para desgustar, aunque os aconsejamos que lo consumáis al día siguiente de su preparación, ya que los sabores se habrán asentado e intensificado y el plato resultará mucho más sabroso.
Ahh y no olvidéis preparar pan, para mojar en la salsa.
El conejo, una carne muy completa
¿Comes conejo frecuentemente? ¿sabes las propiedades que nos aporta su carne?
La carne de conejo es un alimento muy nutritivo, ya que nos proporciona la cantidad de proteínas similar a las que encontramos también en el solomillo de ternera.
Propiedades de la carne del conejo
Niacina, una vitamina del grupo B, que interviene en la producción de energía.
Vitamina B12, es la carne que tiene mayor contenido en esta vitamina, y es una de les mejores fuentes de vitamina B6.
Junto con su contenido en ácido fólico, estas vitaminas actúan como escudo frente a enfermedades cardiovasculares.
Este tipo de carne, es perfecta para aquellas personas que se encuentran en convalecencia o han perdido fuerza muscular, ya que contiene proteínas y minerales como: magnesio y calcio.
Además, destaca por su contenido en potasio, que ayuda a reequilibrar la presión arterial.
También es perfecto para las dietas del control de peso, si se cocina sin grasas, y se acompaña de verduras o de guarniciones ligeras.
Por su alto contenido en calcio y fósforo, dos importantes nutrientes, que ayudan a desarrollar y fortalecer los huesos.
En muchas ocasiones, nos olvidamos de incluir esta carne a nuestra dieta, por lo que, tanto si realizáis deporte como si no, os aconsejamos incluir poco a poco platos en los que podáis disfrutar de este maravilloso alimento, y podáis beneficiaros de todos sus nutrientes.
Propiedades de las castañas
Un fruto seco: ligero, pero muy nutritivo
Comer castañas asadas el día de Todos los Santos, es una tradición muy arraigada en España, y es muy saludable, por lo que deberíamos extender su consumo durante toda la temporada.
Forman parte de la familia de los frutos secos, pero en este caso, se diferencian de las: nueces, avellanas o almendras, por su bajo contenido en grasas y alto contenido en agua, por lo que son las menos calóricas.
Además, las castañas, son ricas en hidratos de carbono, por lo que es un alimento muy energético, perfecto para deportistas y para todas aquellas personas que necesitan un plus de energía.
Contienen vitamina B, C, calcio, potasio y hierro. En este caso, el postasio, es de gran ayuda para controlar la retención de líquidos; además de ayudarnos a evitar la hipertensión; y el hierro, contribuye en la producción de hemoglobina.
Su contenido en vitamina B5, favorece el crecimiento de los niños y es esencial en el momento de obtener la energía de los alimentos. El déficit de esta vitamina, provoca calambres en las piernas; así como, hormigueos en los pies y talones, fatiga y debilidad.
Las castañas mantienen los niveles de azúcar equilibrados y ayudan a calmar la sensación de hambre, sobretodo cuando se comen crudas o entre horas.
Tras caer del árbol, este fruto van transformando sus hidratos, en azúcares; lo que las hace más dulces, pasados unos días o semanas tras su recolección.
Son unos de los frutos secos, más ricos en ácido fólico, encargado de ayudar a impulsar las defensas y reducir el riesgo de sufrir anemia.
Las podemos consumir crudas, de esta manera resultan saciantes y aportan energía más duradera; o bien, asadas, de esta manera, son más fáciles de pelar y más digestivas.
Estas cualidades, hacen que las raciones que se toman de estos frutos secos, sean más reducidas, pues las grasas, sacian más en el caso de las castañas y tendremos la sensación de estar más saciados.
Por lo tanto, podemos destacar sus principales propiedades, que son:
Nos ayudan a controlar la retención de líquidos
Evitan la hipertensión
Ayudan a mantener los niveles equilibrados de glucosa en sangre
Tienen un efecto saciante
Aportan gran cantidad de energía a nuestro organismo
Empieza la temporada de Níscalos 2018
Hoy os traemos una receta elaborada con níscalos, o también conocidos como robellons, pero antes os queremos mostrar los mejores consejos para encontrar los níscalos, limpiarlos correctamente y cocinarlos.
Con la llegada del otoño, estas deliciosas setas empiezan a aparecer en muchas de las paradas de verduras y hortalizas, por lo que nos permiten incorporarlas a nuestra dieta.
Esta seta es muy común en España y crece en pinares y bosques. Su recolección es muy sencilla, ya que solo necesitarás una navaja y una cesta de mimbre, para ir guardándolos.
Pero debéis tener en cuenta, que está totalmente prohibido utilizar bolsas de plástico para su recolección, ya que las esporas no caerían y podrían extinguirse.
Los níscalos, pueden cocinarse asadas, guisadas o como acompañante de carnes rojas o blancas y carnes de aves.
Los níscalos, son uno de los mejores hongos de otoño, junto con los boletus, las trompetas de la muerte, seta de cardo…
Pero los níscalos, son una de las mejores tipos de setas comestibles, ya que son muy fáciles de cocinar.
¿Cómo limpiar los níscalos?
Para limpiar los níscalos o rovellones, cogeremos un cepillo de dientes o cuchillo y limpiaremos la arena que pueda quedar, siempre con mucho cuidado y sin ponerlos debajo del agua, ya que al mojarlos pierden todo su aroma y esencia.
Níscalos 2018. Propiedades nutricionales
Una de las propiedades nutricionales de los níscalos, es su alto contenido en agua, lo que los hace un alimento con bajo contenido en grasas e hidratos de carbono. Además, el níscalo, posee una gran cantidad de vitaminas y minerales, potasio y, además, es bajo en calorías y nos ayuda a reducir la retención de líquidos en el cuerpo.
Otros minerales que encontramos en su composición son el cobre, que nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario y nervioso, y el fósforo, imprescindible en la correcta formación los huesos y dientes.
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