Pero cuando pruebas la pasta fresca alcanzas otro nivel, la saboreas mientras piensas que no creías posible que estuviera tan deliciosa y con una textura tan suave. Y no me refiero a la pasta fresca que venden en los supermercados sino a la casera.
Por eso os animo a que probéis a hacerla en casa, porque es mucho más fácil de lo que podéis imaginar y mientras la coméis no pararéis de decir lo rica que está!!
Ingredientes para 4 personas:
.300 gramos de harina de trigo
.3 huevos
.1 pizca de sal
.Harina para estirar la masa
Elaboración
Poner la harina en un bol, dándole forma de volcán y dejando un hueco en el centro. Poner ahí los huevos y añadir una pizca de sal. El bol que no sea demasiado pequeño para comenzar con el amasado en él y tener sufiente espacio para manejar los ingredientes.
Con las manos bien limpias, o con un tenedor si lo preferís, id mezclando los ingredientes poco a poco hasta que toda la harina haya quedado integrada con los huevos.
Entonces será el momento de volcar la masa a una superficie que, previamente, deberíais haber limpiado muy bien para, después, enharinarla evitando así que la masa se pegue a la superficie.
Seguir amasando con las manos, durante unos minutos, hasta conseguir una masa homogénea. Si fuese necesario, enharinar también las manos para evitar que se nos pegue entre los dedos.
El resultado deberá ser como el de la foto, sin que quede pegajosa, dándole forma de bola . Envolverla en papel film y dejar reposar en la nevera, al menos 30 minutos.
Pasado ese tiempo, sacar la masa del frigorífico y partirla en dos o tres porciones. De nuevo, en una superficie limpia y enharinada, estirar cada una de las porciones con un rodillo para facilitar su entrada en la máquina de estirar la pasta y con ayuda de un poco de harina para que no se pegue al rodillo.
Después pasar la masa por la máquina de estirar la pasta, el número que utilicéis dependerá del grosor que queráis darle y del formato en el que vayáis a utilizar la pasta.
La máquina de pasta es un utensilio que ayuda mucho pero no imprescindible, quien no tenga bastará con estirarla bien con el rodillo varias veces hasta dejarla como se quiera.
Si la queréis para lasaña o canelones, tan sólo tenéis que cortarla en cuadrados o rectángulos.
También la podéis hacer en cuadraditos pequeños si es para rellenarla y darle forma de tortellini o ravioli.
Si, como en este caso la he hecho yo, es para tortellini, doblar las láminas de pasta, varias veces y con un poco de harina para que no se peguen las paredes, hasta conseguir un cuadrado, entonces partirla en tiras del grosor que queráis.
Separar las tiras de tortellini y dejarlas reposar entre 30 y 60 minutos para que se sequen un poco. Después cocer en agua hirviendo, con una pizca de sal. El tiempo dependerá de lo gruesa que la hayáis dejado, aunque no suelen ser muchos minutos.
Ahora sólo queda acompañarla de la salsa que os apetezca.