Me encantaría poder publicar más en Youtube, así como compartir más recetas por aquí, pero entre grabar, editar fotos/vídeo, voz, escribir la receta…no me da la vida! Ojalá algún día tenga más tiempo libre pero por ahora me tengo que apañar con lo que tengo, y compartir lo poquito que puedo
Esta receta la preparamos mucho en casa, ya que es una manera fácil de comer verduras, es perfecto para bocadillos o tostadas y sin necesidad de consumir carne por lo que es perfecta para dietas vegetarianas. También se puede comer como plato principal, junto con una ensalada y una porción de hidratos; arroz, patatas… ¡Queda ideal!
El ingrediente principal es el apio nabo que aunque no es muy común en la cocina española, si se puede encontrar fácilmente en fruterías y si no lo encontráis seguramente vuestro frutero os lo trae sin problemas. Tiene un sabor suave a apio muy agradable y una textura similar a la patata.
Ingredientes:
1 apio nabo
1 cebolla
4 dientes de ajo
250 g de champiñones
1/2 taza de aceite de oliva virgen extra
1 taza de agua
3 huevos
1 taza de avena
Sal al gusto
Pimienta negra al gusto
Mejorana al gusto
3 puñados de semillas y frutos secos: pipas de girasol, calabaza, sésamo, anacardos (al gusto)
Elaboración:
Cortamos el apio por la mitad y lo pelamos con cuidado. Lo cortamos en trozos pequeños y lo rallamos con el rallador grande, podéis hacerlo a mano o como hice yo con ayuda de una procesadora. Pelamos y cortamos la cebolla y el ajo, ambos los rallaremos igual y lo dejaremos mezclado junto con el apio.
Limpiamos y cortamos los champiñones; separamos el tronco del sombrero y cortaremos ambas partes en cuadritos pequeños. Cocinamos los champiñones a fuego fuerte en una sartén con un poquito de aceite, removiendo de vez en cuando.
Mientras trituramos los copos de avena; en una batidora de vaso o similar colocaremos los copos de avena y los ttituraremos un poco, sin que queden hechos harina y que algunas hojuelas queden enteras.
Una vez los champiñones estén cocinados, retiramos la sartén del fuego y reservamos.
En otra sartén añadimos el resto del aceite, el apio, cebolla y ajo rallados, el agua, sal, pimienta y mejorana. Removemos y cocinamos a fuego suave, con la sartén tapada y removiendo de vez en cuando durante aproximadamente una hora.
En un cuenco grande añadimos el apio cocinado y los champiñones. En un plato hondo cascamos los huevos y los batimos enérgicamente, los añadimos al cuenco grande. También añadimos más sal, pimienta y mejorana. Trituramos con una batidora de mano, a pulsos, sin que quede muy triturado (no debe quedar papilla y han de verse algunos trozos completos) y terminaremos de mezclar con una cuchara. Añadimos la avena y removemos. Finalmente podemos añadirle semillas o frutos secos al gusto; yo tenía un mix ya preparado y he usado este, pero como consejo personal a mi me parece que le van genial tanto las pipas de calabaza como de girasol. Mezclamos hasta incorporar.
Engrasamos un molde rectangular alargado y vertemos la mezcla del pastel. Con una espátula alisamos la superficie. Llevamos al horno precalentado a 180º por aproximadamente una hora.
Una vez esté cocinado y la superficie dorada, sacamos del horno y despegamos el pastel de los bordes con ayuda de un cuchillo. Dejamos enfriar por completo y esta vez con ayuda de una espátula vamos despegando el pastel de las paredes y el fondo. Desmoldamos.
Y ya podemos ir cortando las porciones e ir sirviéndolas. Como os comenté; puede servirse a modo pastel para una comida o untado en pan ¡Está riquísimo! Se puede conservar perfectamente en la nevera durante días, ademas que con el frío cogerá más consistencia.
Probadlo porque os va a encantar ¡Un besote!
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