Ando tan liada en el trabajo que no me queda otra, durante un par de semanas, que publicar solo dos días. Y es que las tareas se multiplican como los panes y los peces. Y aunque no me gusta nada faltar a mis citas (ni a las culinarias ni a las amorosas) espero que seáis compresivos con este arranque posvacacional. Mi pulgar pica religiosamente cada mañana a las 7.30,pero tengo la impresión de que mi cabeza se resiste a volver a la organizada rutina diaria. Nada que no curen otros 365 días antes de disfrutar nuevamente las vacaciones venideras. Os dejo esta forma de comer verduras a ver si con un aporte extra de minerales me pongo más pronto las pilas.
Ingredientes:
125 gramos de habichuelas frescas.
Una cebolla mediana.
Cuatro huevos.
Un brick de nata (crema de leche) (200 ml).
Aceite de oliva virgen
Sal/pimienta,
Pan rallado (para el molde).
Preparación:
Preparamos las habichuelas quitándoles el rabo y los hilos laterales (si los tiene), la ponemos a cocer en agua hirviendo hasta que estén tiernas, escurrimos y reservamos.
En una sartén sofreímos la cebolla con un poco de aceite de oliva y pochamos bien hasta que se dore ligeramente, apartamos y reservamos.
Escurrir bien las habichuelas que cocimos y dejar que se enfríen ligeramente.
En un bol ponemos la nata (crema de leche), los huevos y salpimentamos. Añadimos la verdura y la cebolla a la mezcla y batimos todo muy bien.
Preparamos un molde apto para horno untándolo con un poco de aceite y espolvoreando con pan rallado, vertemos el preparado y cocemos en el horno, precalentado a 200º unos 25/30 minutos(según el horno), hasta que esté dorado por encima y cuajado por dentro (comprobar pinchándolo con un palillo).Esperar a que se enfría antes de desmoldar.
Se puede tomar frío ó caliente.
Buen provecho amigos!!.