Este potaje es de los típicos de la época de Cuaresma ya que sustituimos la carne y los embutidos de cerdo por almejas. Se trata de un potaje muy sano y sabroso que como todos, están mejor al día siguiente de cocinarlos.
Ingredientes:
1 Kg de habichuelas blancas
1/2 Kg de almejas
3 hojas de laurel
1 tomate rojo hermoso
1 pimiento verde
1 cebolleta
3 dientes de ajo
2 rebanadas de pan cateto "asentao"
1 vasito de vino blanco
comino molido
2 clavos
azafrán
Caldo de pescado
sal
aceite de oliva virgen extra
Limpiamos las almejas y las ponemos en un recipiente con agua y sal para que suelten toda la arena.
Las habichuelas las lavamos tras haberlas tenido en remojo desde la noche anterior.
Ponemos en una olla las habichuelas junto con el pimiento y el tomate limpios, las hojas de laurel y sal. Dejamos que hierva y cortamos la cocción añadiendo un poco de agua tres veces. Este proceso se llama "asustar" a las habichuelas y se hace para que durante la cocción no se rompan ni pierdan la piel.
Una vez "asustadas" desespumamos la olla y añadimos el caldo de pescado. Dejamos hervir a fuego lento hasta que las habichuelas estén tiernas.
Mientras hierven las habichuelas, freímos en una sartén la cebolleta y los dientes de ajo finamente picados.
Una vez ponchadas las verduras le agregamos el pan y dejamos que dore un poco. Añadimos el vino y dejamos un ratito que evapore el alcohol.
Le ponemos el comino molido, los clavos y un poco de caldo de pescado. Dejamos hervir un ratito y trituramos todo. Lo agregamos a la olla junto con el azafrán.
Cuando las habichuelas estén hechas, añadimos las almejas y dejamos hervir unos minutos hasta que se abran.
Servimos caliente.