Este pastel se hace super rápido, queda muy jugoso. Fresquito queda ideal como postre o merienda. Este se lo regalé a una amiga por su santo y la verdad es que le encanto. Deseo que os guste también a ustedes y lo disfrutéis.!!!
800 ml de leche entera o semidesnatada
12 magdalenas o sobaos ( yo le he puesto magdalenas tipo valencianas que son alargadas y queda más jugoso el pastel)
8 quesitos tipo caserio ( yo se los he puesto light)
2 sobre de cuajada
8 magdalenas o sobaos para la base
Caramelo líquido
Para decorar:
30 gr de nueces picadas
Yo he utilizado un molde rectangular de 14 x 24
Cubrimos el fondo del molde y las paredes con caramelo líquido.
Troceamos las magdalenas , (que en mi caso es lo que he utilizado), las ponemos en un cazo grande, ponemos también los quesitos , los dos sobre de cuajada y la leche. Una vez que tengamos todos los ingrediente juntos pasamos la batidora. Cuando tengamos una mezcla fina y sin grumos la ponemos a calentar a fuego medio- bajo; con unas varillas manuales movemos sin parar, antes que empiece a hervir, retiramos del fuego.
Vertemos la mezcla en el molde con cuidado de no remover mucho la capa de caramelo del fondo.
Ahora para la base de nuestro pastel vamos a poner las magdalenas. Colocamos la magdalenas enteras y luego si nos hace falta las partimos en trozos para rellenar lo huecos que nos hayan quedado. Una vez hecha la base, dejamos que se enfríe completamente y cubrimos el molde con film transparente y lo pasamos al frigo unas 6 horas, (a mi me gusta dejarlo de un dia para otro).
Sacamos del frigo a la hora de servir. Quitamos el papel film y desmoldamos, (la verdad es que se desmolda muy fácilmente), le ponemos por encima las nueces picadas.
Lo bueno de la base de magdalenas o sobaos es que va absorbiendo el caramelo que va cayendo al desmoldarlo y nos dejará una base muy jugosa y rica.
Ahora solo queda servirlo bien fresquito y disfrutarlo porque está riquísimo.