La peculiaridad de esta receta reside en el montaje con pan de molde y el toque de la ajonesa Choví, que consigue que el pisto esté mucho más sabroso. Los ingredientes son muy sencillos. Seguro que contáis con ellos en vuestra nevera o despensa:
- cebolla
- pimiento rojo
- pimiento verde
- berenjena
- calabacín
- pan de molde
- tomate triturado
- sal
- azúcar moreno
- aceite de oliva
- ajonesa Choví
- tomates cherry
- espárragos trigueros
En un primer momento, verteremos un chorro abundante de aceite de oliva en una cacerola con poco fondo. Añadiremos, poco a poco, la cebolla, el pimiento rojo y verde, la berenjena y el calabacín. Lo ideal es cocinar a fuego medio para que la verdura se vaya pochando y pierda todo el agua. Solo así conseguiremos el sofrito perfecto.
Cuando ya esté bien hecha toda la verdura, moveremos despacio y añadiremos la sal al gusto. En cuanto al tomate triturado, es importante incorporar un poco de azúcar moreno para rectificar la acidez. Después, solo tenemos que tapar y dejar cocinar 20 minutos a fuego suave.
Con el pisto ya terminado, llega el momento de servir en la mesa. Vamos a necesitar unos aros de emplatar para cortar el pan de molde y transformar el plato en una obra de arte gastronómica. Si no tenemos aros de emplatar en casa, un truco es fabricarlos con una botella de refresco de dos litros.
Iremos rellenando cada capa con un poco de pisto y un chorrito de ajonesa Choví, así haremos tres pisos a modo de milhoja. Es decir, siguiendo siempre la misma secuencia: pan de molde, pisto y ajonesa.
De esta forma, terminaremos con una capa abundante de ajonesa, decorada con tomates cherrys y espárragos a la plancha.
Si tenéis alguna duda, podéis ver el vídeo completo a continuación.
Fácil, ¿verdad? ¡Manos a la obra!