Vamos a preparar un pastel de puré de patata para que comer puré no sea aburrido y nos permita hacer un acompañamiento diferente al menos en la presentación, porque la mayoría de las veces, por falta de tiempo, echamos el puré sin importarnos cómo de bonito quede el plato, pero de vez en cuando nos podemos permitir el lujo de hacer una presentación diferente.
Cómo preparar el pastel de puré:
Cocer las patatas con piel en abundante agua hasta que estén tiernas.
Mientras se van cociendo preparamos el sofrito.
Sofrito:
Partir la cebolla a trocitos pequeños.
Cortar la panceta también en trozos pequeños.
Echar la manteca en una sartén y cuando esté derretida añadir la cebolla y dejar cocinar a fuego bajo hasta que esté dorada.
Echar la panceta y a fuego medio dejar cocinar todo junto unos minutos, retirar del fuego y reservar.
Todavía en templado pelar las patatas y rallar.
Mezclar la patata con el sofrito, los huevos y salpimentar a gusto.
Dejar cocinar todo junto a fuego medio unos dos minutos más.
Sacar a una fuente y dejar enfriar tapado con papel film.
Si veis que queda muy espeso añadir un poco de leche para que quede suave.
Colocar papel de horno en la bandeja.
Con una molde de aro, en este caso cuadrado, echar una primera capa de pan rallado, colocar una capa de puré, una capa de pan rallado y otra de puré, aplastar un poco y terminar con una capa de pan rallado.
Pintar con un poco de manteca derretida y hornear.
En este caso es un molde grande, pero se pueden hacer porciones más pequeñas, y si no tenéis aro formais pequeños montoncitos y los aplastais
Horno precalentado arriba y abajo 180º / Hornear hasta que esté dorado el pastel.
Fuente: este post proviene de Mi Querida Cocinera, donde puedes consultar el contenido original.
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