He utilizado un molde de cristal de 30cm de largo y 20 cm de ancho. Comenzamos:
Para la base:
80 gramos de galletas (las necesarias para cubrir la base de nuestro molde)
40 gramos de mantequilla
Para la masa:
225 gramos de queso de untar
Un limón
Una lata de leche condensada (500 gramos)
4 huevos
Mermelada de fruta o sirope para decorar
Comenzamos precalentando el horno a 180º con calor arriba y abajo, a poder se con el ventilador activo.
Nos ponemos con la base engrasando el molde con toda la mantequilla y colocando encima las galletas enteras. Así hasta cubrir por completo la base.
En una licuadora o con la ayuda de una batidora mezclamos la leche condensada, los huevos enteros, el zumo del limón al gusto (sin limón también sirve) y el queso. Batimos bien hasta que estén todos los ingredientes bien disueltos y mezclamos y lo volcamos en nuestro molde preparado.
Horneamos a 180ºC durante 20 minutos o hasta que clavando un cuchillo en el centro, éste salga limpio.
Sacamos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Lo metemos un par de horas en la nevera y ya está listo para ¡DISFRUTAAAAAAR!
Truco: podemos decorarlo con un poco de sirope de chocolate, de caramelo o cualquier mermelada de fruta.
Mientras se hornea vereis que las galletas suben… esa una de las sorpresas de este pastel, será diferente a lo que estamos acostumbrados. Pero si esto no os convence, bien podeis darle la vuelta una vez horneado o en vez de colocar las galletas enteras podeis picarlas y con la ayuda de la mantequilla coloarla sobre la base de nuestro molde.