Y yo que adoro el buen tiempo, adoro caminar y adoro perderme hasta agotarme entre árboles, he aprovechado este fin de semana esplendoroso para calzarme las zapatillas de sendereo, por primera vez este año, y “patear” el bosque.
La naturaleza hace semanas que ha despertado de su letargo invernal y está en ese punto de explosión verde-brillante, en pleno “renacimiento”, que es un gustazo para los sentidos.
Nada mejor para abrir el apetito que una buena caminata, pero si vuelves a casa cansada de andar, tampoco te apetece mucho ponerte a cocinar algo laborioso y complicado para la cena. Así que, previsora que es una, antes de salir, dejé preparada en la nevera la recetilla que a continuación os explico, y que resulta perfecta para una cena fría, apetitosa y sencilla.
Para elaborar este pastel salado necesitaréis:
– Salsa mayonesa.
– 15 rebanadas de pan de molde sin corteza.
– Unos 200 gr de surimi rallado.
– 8 lonchas de jamón cocido o pechuga de pavo.
– 9 lonchas de queso.
– Unos 200 gr de tomate rallado.
– 3 latas pequeñas de atún.
– Rodajas de tomate y huevo cocido para decorar.
– Molde de aluminio (yo uso el rectangular grande de la marca Albal, es la medida perfecta).
Comenzamos mezclando en un bol el atún y el surimi con tres o cuatro cucharadas de mayonesa y reservamos.
Forramos la base del recipiente de aluminio con una primera capa de pan de molde.
Y la untamos ligeramente con mayonesa.
Cubrimos ahora con las lonchas de fiambre…
y las de queso.
Volvemos a poner una capa de pan sobre la que extenderemos el tomate rallado.
Añadimos la mezcla de atún, surimi y mayonesa, extendiéndola bien por toda la superficie.
Terminamos con otra capa de pan y cubrimos con film transparente…
un cartón de la medida de nuestra bandeja y ponemos peso encima.
Reservamos en la nevera unas tres o cuatro horas… ya sabéis, en mi caso aproveché para corretear por el monte :D
Y sólo nos queda desmoldar sobre una bandeja apropiada, cubrir con mayonesa y decorar con rodajas de tomate y huevo rallado.
Y aquí el resultado final… apetitoso, verdad?
Es muy posible que aún nos aguarden días de frío y lluvia, pero mi consejo es que aprovechéis el regalo del sol y salgáis a disfrutar de las maravillas que la naturaleza nos brinda.