Hoy os traigo un postre ligero y sin mucha complicación: unos frescos pastelitos de queso con moras que seguro harán las delicias de todos. Otra variante de los que ya os he presentado en otras ocasiones, tanto en pastelitos individuales como en tarta. Sin azúcar añadido y bajos en grasa, son ideales para el verano. Riquísimos!
Para 2 o 3 ramequines:
INGREDIENTES
200 gramos de queso crema light (tipo Philadelphia)
50 gramos de queso fresco batido 0%
1 huevo pequeño M/L
45 gramos de edulcorante (eritritol) o la misma cantidad de azúcar
1/2 vaina de vainilla
15 o 20 ml de zumo de limón
Moras frescas
PREPARACIÓN
- Empezamos diluyendo las semillas de vainilla, que habremos sacado de la vaina con la ayuda de un cuchillo, en el zumo de limón. Así evitaremos que se formen grumos al preparar la mezcla para el pastel.
- En un bol mezclamos los quesos y batimos hasta que quede uniforme.
- Añadimos entonces la mezcla de limón y vainilla, el huevo batido y el edulcorante, y batimos hasta que quede todo homogéneo.
- Añadimos las moras y mezclamos un poco más.
- Ahora rellenamos unos moldes o ramequines con la mezcla (también podemos colocar las moras directamente en los moldes y añadir la mezcla por encima), y metemos en el horno ya caliente a 180º C unos 40 - 50 minutos, hasta que pinchemos con un palillos y salga limpio (puede ser algo menos, según horno).
- Dejamos enfriar al aire, y cuando estén relativamente fríos refrigeramos en la nevera unas horas, para que queden bien fresquitos. Además, reposados están aún más ricos. Ésta es una mezcla que me encanta. Queda un postre bueno, buenísimo. No dejéis de probarlo!
Qué los disfrutéis! J
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