Hoy os traigo uno de mis platos favoritos y una tradición en toda regla en mi familia, os cuento; todos los Viernes Santo, mi padre se levanta temprano para hacernos patatas fritas y huevos para desayunar.
Es el mejor bocado de la Semana Santa, no porque sean patatas fritas y huevos en sí, sino porque las hace mi padre.
Desde aquí quiero darte las gracias, porque has empezado una bonita tradición familiar que seguirá en el tiempo, de eso no tengas duda, que sirve para que nos sentemos en torno a la mesa y disfrutemos de algo más que la comida, de vuestra compañía y de vuestro cariño. Gracias PAPÁ.
Ingredientes.-
5 patatas
4 huevos
Aceite de oliva
Sal
Preparación.-
Cortamos muy finitas las patatas (como si fueran para tortilla)
Ponemos a calentar abundante aceite en la sartén, y cuando esté caliente las echamos.
Vamos removiendo sin que se rompan hasta que empiecen a estar doraditas.
Freímos los huevos que queden blanditos y se echan por encima sin que se rompan.
A disfrutar.
Sé que esta receta no entraña mucha complicación y es de lo más sencillo, pero es lo que os he dicho antes, no es la receta preparada en sí, sino que es mi padre el que la hace para que desayunemos Viernes Santo por la mañana.