Ingredientes:
1 kilo de harina de fuerza.
250 mililitros de vino blanco.
250 mililitros de aceite de oliva virgen extra.
1 cucharada grande de matalahúva.
1 cucharada grande de ajonjolí.
Una cucharadita de levadura química.
Una pizca de sal.
Miel para bañar.
Aceite de girasol para freir.
Elaboración:
Colocamos en un bol el vino blanco y añadimos el aceite que previamente habremos frito junto a la matalahúva y una cáscara de naranja.
Añadimos la harina mezclada con la levadura, la sal y el ajonjolí y amasamos bien.
Una vez que tengamos la masa lista la estiramos muy muy finita (que parezca que se va a romper) y cortamos cuadrados de 8 centímetros por 8; plegamos las dos puntas para darle la típica forma de pestiño.
Freimos en abundante aceite de girasol (es mejor comenzar a freir con la unión hacia abajo así evitamos que se abra y pierda la forma).
Una vez fritos los bañamos en miel caliente.
Y listos para disfrutar de ellos.