Si te gustan como a mí, es bueno preparar masa y tenerla en el congelador para cuando os apetezca, pues hay que refrigerarla 1 hora y si ya la tenemos hecha no nos dará pereza prepararla.
El relleno es de fresas remojadas en vinagre balsámico. Puede parecer raro, pero mi madre siempre le ponía un chorro de vinagre porque realza el sabor de las fresas, y el resultado es increíble. Los arándanos son para acompañar, que los tenía por ahí y casan perfectamente en el relleno. Vamos a ello.
INGREDIENTES
Pasta Quebrada:
-325g de harina común
-200g mantequilla fría en dados
-1 cucharadita de sal
-50g azúcar
-1 vaso de agua helada (no usaremos toda)
En un bol ponemos la harina, la sal y el azúcar, mezclamos. Añadimos la mantequilla y juntamos con una cuchara, vamos incorporando poco a poco el agua helada(3 o 4 cucharadas bastarán) hasta tener una masa lisa. Podemos trabajar con las manos, pero rápido para no calentar la masa.
La tapamos con film y metemos a refrigerar 1 hora como mínimo.
Relleno:
-350g de fresas
-2 cucharadas de azúcar
-2 cucharadas de vinagre balsámico de Módena
-100g de arándanos
Cortamos las fresas en cuartos y en un plato las mezclamos con el azúcar y el vinagre. Dejamos macerar hasta que esté lista la masa, o si ya tenemos masa, unos 30 minutos. Le añadimos los arándanos.
Para preparar el pie, precalentamos el horno, estiramos la masa y colocamos en un molde de unos 20 cm, quitamos los bordes sobrantes que usaremos para decorar.
Colocamos el relleno de fresas escurriendo el jugo que hayan escurrido y colocamos en forma de rejilla la parte de arriba con la masa que nos quedaba. Espolvoreamos azúcar por toda la masa y horneamos 30 minutos a 180 grados o cuando veamos que la masa está tostada.
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