La pizza casera de cebolla y queso es muy saludable y está deliciosa. Sus ingredientes los solemos tener de forma habitual, en nuestra despensa. Es por tanto fácil de preparar en cualquier momento y además muy barata.
Por otra parte; la cebolla, posee muchos beneficios para nuestra salud ya que disminuye el riesgo de padecer varios tipos de cáncer, mejora nuestro estado de ánimo y mantiene la salud de la piel y el cabello. La única causa por la que nos resistimos a comer cebolla, suele ser por el lagrimeo que nos produce cuando la cortamos. Esto pasa porque se liberan compuestos de azufre de su interior. Pero para que esto no ocurra, hay un truco que os aseguro que si funciona. Primero veamos los utensilios que necesitamos:
1 tabla de cortar
1 cuchillo afilado
1 molde de pizza
1 sartén
1 cuchara de madera
Y a continuación la lista de ingredientes:
1 base de pizza
2 cebollas medianas
125 gr de queso rallado o mozzarella
Orégano, pimienta negra y sal
Un poco de aceite de oliva
Como os comentaba, os voy a explicar la forma de cortar la cebolla para evitar llorar como locos:
Antes que nada, enfriamos las cebollas durante 30 minutos. Al mismo tiempo, sacamos la masa de la pizza que hicimos en el artículo anterior durante media hora también, para que se vaya descongelando.
El paso 1 será cortar la parte superior o tallo de la cebolla y despegar las capas externas de la piel, pero sin tocar el extremo de la raíz. Ya que es en esta parte, donde se concentra la mayor cantidad de compuestos de azufre.
Si queremos cortar la cebolla en rebanadas seguimos el paso 2, cortamos la cebolla por la mitad desde el tallo a la raíz. Y el paso 3 hacemos cortes espaciados uniformemente a lo largo de la mitad cortada.
Si queremos cortar la cebolla en aros seguimos el paso 4, después del paso 1, cortamos la cebolla entera transversalmente, empezando por la parte del tallo. Separamos cada rebanada en sus anillos individuales, los centros también los usaremos.
Y ahora vamos a preparar nuestra pizza de cebolla:
Precalentamos el horno a 220º durante 10 minutos.
Untamos con un poco de aceite el molde para pizzas y colocamos la base encima.
Rehogamos la cebolla para que esté blandita. Tenemos dos opciones; bien en una sartén con un poco de aceite o bien en el microondas unos 5 minutos.
Echamos la cebolla y el queso por encima de la base de pizza. A continuación añadimos sal, orégano y pimienta negra en cantidad.
Introducimos la pizza en el horno a 170º a altura media durante 10 minutos. Si nos gusta muy dorada la dejaremos más tiempo, dependiendo del gusto de cada cual.
Si os gusta el picante, cuando la saquemos del horno se le puede añadir unas gotas de salsa de tabasco, yo compro una del Mercadona que vale un euro y pica bastante.
En el próximo artículo veremos otra variante, para los que os guste con tomate, bon appétit!!