Definitivamente las pizzas que más me gustan son las que preparo en casa con la ayuda de Mr. Antojo, él se encarga de la masa, mientras que yo me ocupo de la salsa y los ingredientes de la cubierta. Esta vez hicimos pizza de cábano, hacía muchos años que no comía estas salchichas, así que proveché mi reciente viaje a Colombia para traerme un par de paquetes. Los cábanos son salchichas ahumadas y secas que se elaboran con carne de vacuno o con mezcla de cerdo y vacuno. A mí me encantan, tienen un sabor ahumado muy pronunciado y están buenísimas en la pizza.
Lo mejor de hacer las pizzas en casa es que podemos variar el grosor y la textura de la masa a nuestro antojo, algunas veces la dejamos más finita, aunque últimamente preferimos que tenga un grosor medio. También adicionamos semolina o sémola de trigo a la masa para darle un toque rústico. Si se fijan bien en las fotos, notarán en los bordes de la pizza las partículas de semolina.
Con esta receta nos han salido dos pizzas medianas, en una de ellas combinamos el cábano con el pimiento italiano verde, esa fue la que más me gustó; pero como siempre esto es al gusto del consumidor, adicionen en la cubierta sus ingredientes preferidos. Para hacer la salsa de tomate o tomate frito casero, recomiendo que usen tomates pera muy rojos y maduros, son los mejores, no aportan demasiada acidez y tienen una sabor ligeramente dulzón.
Sin más rollo, manos a la obra!! Recuerden que me pueden encontrar en facebook. Los invito a visitar mi blog --> Los Antojos de Clara.
Ingredientes para 2 pizzas medianas (4 personas)
Masa:
300 gramos de harina de trigo
50 gramos de semolina o sémola de trigo duro
8 gramos de levadura fresca de panadería o 2.5 gramos de levadura seca
Una cucharada o 10 gramos de aceite de oliva
Una cucharadita al ras o 6 gramos de sal
Una cucharadita al ras o 6 gramos de azúcar
210 ml de agua templada
Salsa (tomate frito):
5 tomates pera bien rojos (550 gramos)
3 cucharadas o 30 ml de aceite de oliva
1/3 de cucharadita o 2 gramos de sal
Pizca de azúcar (opcional)
Cubierta:
200 gramos de queso mozzarella rallado
250 gramos de cábanos cortados en rodajitas
1/4 de pimiento verde italiano o ají verde finamente picado
Orégano al gusto
Preparación:
En primer lugar hacemos la masa de la pizza. Colocamos todos los ingredientes en un tazón grande y los mezclamos bien. Comenzamos a amasar en el mismo recipiente para conseguir que la masa se despegue de las paredes. Pasamos la masa a una superficie de trabajo ligeramente enharinada, la plegamos y estiramos con las manos hasta obtener una masa elástica. Este paso puede tardar unos 10 minutos. Cuando la masa alcance la textura deseada, formamos una bola y la colocamos en el tazón, cubrimos con papel film y dejamos fermentar hasta que duplique su volumen. Este proceso puede tardar una hora. La fermentación debe hacerse en un lugar cálido libre de corrientes de aire frío.
Mientras la masa se está fermentando, preparamos la salsa de tomate o tomate frito. Rallamos los tomates, reservamos su pulpa y desechamos las cáscaras. En una cacerola calentamos 3 cucharadas de aceite de oliva, añadimos la pulpa de tomate, removemos y sofreímos a fuego medio. Sazonamos con un 1/3 de cucharadita de sal, cocinamos la salsa hasta que espese y reduzca a la mitad, si lo prefieren, la pueden dejar aún más espesa o concentrada. No olviden removerla ocasionalmente para que no se agarre al fondo de la cacerola. Una vez que la salsa esté en su punto, la probamos, si hace falta, corregimos la acidez con una pizca de azúcar. Apagamos el fuego y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Finalmente, colamos la salsa, presionamos muy bien para que toda la pulpa pase por el colador, en este sólo nos deben quedar las semillas y los restos de cáscara. Reservamos la salsa hasta el momento de montar las pizzas.
Pasado el tiempo de fermentación de la masa, procedemos a formar las bases de pizza y el montaje de las mismas. Sacamos la masa del tazón, la presionamos suavemente para extraerle el aire acumulado en su interior. Colocamos la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada con sémola o harina de trigo, la dividimos en 2 porciones y les damos una forma redondeada. Estiramos las masas con ayuda de un rodillo, las dejamos tan finas o gruesas como queramos, lo ideal es que tengan el mismo tamaño de las bandejas en que las vamos a hornear y que no posean más 5 mm de espesor. Colocamos las masas estiradas sobre las bandejas, las dejamos reposar por 10 minutos, si quieren una pizzas más esponjosas o gruesas, pueden dejarlas reposar por 20 minutos. Mientras se fermentan las bases, preparamos todos los ingredientes del montaje de las pizzas (salsa, queso, cábanos y pimiento), así las armamos rápidamente y la masa no se fermenta o sube más de la cuenta.
Finalizado el tiempo de reposo de las bases, armamos inmediatamente las pizzas. Precalentamos el horno a 220ºC. Extendemos una capa de salsa de tomate sobre la base, esparcimos el queso rallado, agregamos el cábano y el pimiento verde. Introducimos las pizzas en el horno y las horneamos por 14 minutos. Sacamos las pizzas del horno e inmediatamente las sazonamos con orégano al gusto. Servimos enseguida.
A disfrutar!!
Sé que el proceso de hacer pizzas caseras parece muy largo, pero de verdad que el resultado merece la pena, normalmente suelo duplicar la receta de la masa para preparar 4 bases, las horneo por 5 minutos y las conservo en el congelador. Así, siempre tengo bases listas para hornear pizzas en cualquier momento. Además, como pueden ver, durante la fermentación de la masa tenemos tiempo de sobra para hacer el tomate frito y trocear los ingredientes de la cubierta. Hasta pronto!!