Aunque soy poco aficionado a las pizzas, en esta ocasión he querido realizar una pizza diferente, con forma de rosca, utilizando como ingredientes, quesitos, chorizo y tomate.
Para esta pizza he querido además, realizarla con masa casera y quedó estupenda.
Ingredientes (4 raciones):
Para la masa:
150 g de harina
2 cucharaditas de levadura química
Sal
1 yogur natural sin azucarar
50 ml de leche
50 ml de aceite de girasol
Para el relleno:
1 chorizo de guisar
4 quesitos en porciones
1 tomate de pera
Orégano
Aceite de oliva
Azúcar
Preparación:
Para comenzar habremos de preparar la masa (también podemos cómprala hecha).
La realización de la masa es muy simple, colocamos en un cuenco el yogurt, la leche, el aceite y la sal, mezclamos bien todos estos ingredientes.
Con la ayuda de un colador, tamizamos sobre estos ingredientes la harina y la levadura.
Mezclamos bien y amasamos, dejando reposar la maza tapadita con un trapo media horita.
Pasada la media hora estiramos la masa con el palo de amasar y realizamos una base de pizza redonda.
Con un cuchillo afilado, realizamos unos cortes con en el centro de la masa, de forma que en el centro, nos queden ocho triángulos.
Aceitamos un poco la masa y espolvoreamos con orégano.
Desechamos el pellejo del chorizo y cortamos este en ocho rodajas.
Colocamos una rodaja de chorizo y medio quesito en la base de cada triangulo de masa.
Cubrimos el chorizo y el queso rodeando ambos ingredientes con el triángulo cortado con anterioridad.
Espolvoreamos de nuevo con orégano.
Cortamos en 8 rodajas el tomate y colocamos una rodaja entre triángulo y triángulo.
Espolvoreamos cada rodaja de tomate con un poquito de azúcar para matarle el ácido.
Rociamos con aceite de oliva en spray o con un chorrito de aceite.
Precalentamos el horno a 170º.
Horneamos unos 20 minutos, o hasta que obtengamos el nivel de tostado deseado.