Tenía ganas de poner en el título "... sobre cama de...". Siempre me gustó leer platos en las cartas de restaurantes con esas palabras. Me parecen ciertamente evocadoras y casi oníricas porque de ahí puede volar tu imaginación donde quieras. Son los sueños nuestra vida. Cierto que están erradicando estas bellas palabras de los menús. Claro, en la era del nuevococinismo (amante ciento por ciento, dicho sea de paso. Porque en cuestión de jartar, lo que sea, que esté hecho con cariño) los nombres de los platos han de ser modernos. Claro, que la frase "... sobre cama de..." fue moderna en su momento, hay uqe decirlo todo. Y, claro, hasta la palabra "moderno" ha quedado antigua. Yo, cuando lo digo, me siento vieja. Pero no me sale utilizar: actual, trendy y ahí me quedo porque no me salen más.
En cuanto a la receta: me encanta la combinación pollo-mango. Deliciosa, fresca y moderna, jeje. Tengo otra receta de rollitos de pollo rellenos de mango que comerse eso es subir a los cielos como un sputnik (esta frase también quedó desfasada, jeje). Y, como siempre o casi siempre: la receta es muy facilita y medio rápida, así que no hay escaqueo.
Si no te gusta el picante, si no tienes chipotle. Que esto no sea un freno para realizar la receta. No le añadas nada y está igual de delicioso.
Ingredientes:
1 pechuga de pollo
aceite
sal
pimienta
chipotle (opcional)
Para la salsa de mango:
2 cebolla
2 mangos grandes
sal
pimienta
aceite
Acompañamiento:
hojitas de lechuga
limón
aceite
sal
Prepación:
En primer lugar preparamos la salsa de mango. Puedes hacerla con anterioridad y tenerla en la nevera.
En una sartén ponemos un chorrito de aceite y antes de que caliente, añadimos la cebolla cortada en juliana. Cuando se torne transparente echamos el mango cortado en trocitos y salpimentamos.
Pochamos durante diez-quince minutos.
Ahora la pechuga de pollo la cortamos en tiras y le quitamos los restos de grasa. Salpimentamos [y, Atención esto es opcional, añadimos un chipotle cortado en cuadraditos].
Echamos en una sartén con un poquito de aceite bien caliente. Esperamos a que se dore por ambas caras, como dos minutos por cada lado.
Y llegó el momento de emplatar: en el centro del plato ponemos tres cucharadas (o cuanto quieras) de salsa de mango y sobre ella los palitos de pollo.
A un lado ponemos las hojitas de lechuga y las rociamos con un poquito de aceite de oliva, un chorrito de limón y un poco de sal, si tienes en escamas, mejor.
Listo para comer!!!
Nota: si te gusta el picante, puedes añadirle a tu gusto a la salsa de mango. Combina de maravilla.