Hoy te traigo una receta de pollo al curry que se puede preparar tanto con leche de coco como con nata (crema de leche), o incluso caldo de verduras.
Por si es tu primera vez con la leche de coco te aviso que si al abrir la lata encuentras que está como cuajada no te asustes, es normal, suele pasar sobretodo en invierno. La leche de coco no es el líquido que se encuentra dentro de los cocos (llamado agua de coco) sino que es un preparado que se obtiene prensando la pulpa del coco con agua.
Ya varias veces he comentado lo mucho que nos gusta el curry en casa, que lo ponemos desde a un puré de verduras , unas albóndigas o incluso a una merluza.
En este caso he utilizado pasta de curry verde, que es muy concentrada y picante, pero tú puedes substituirlo por el que más te guste o el que tengas más a mano.
Este pollo lo preparo en cantidades pequeñas siempre con pasta o arroz blanco, si es para pasta lo dejo más espeso, pero si es con arroz nos gusta que quede caldoso al más puro estilo tailandés.
Ingredientes para 4 personas:
4 contramuslos de pollo deshuesados
1 lata de leche de coco (normalmente 400 ml)
1 cucharadita de café de pasta curry verde
1 cebolla tierna
AOVE
Preparación:
Empezamos troceando bien pequeña la cebolla, y poniéndola en una sartén con una cucharada de aceite a fuego lento, para que se vaya pochando lentamente de manera que prácticamente se deshaga, aportando sabor pero sin encontrarla luego en la salsa.
Mientras tanto limpiamos bien el pollo, quitándole tanto la piel como toda la grasa que veamos, y lo troceamos en trocitos pequeños.
Lo añadimos a la sartén y lo salpimentamos, dejando que se dore un poco para aportar un poco de color al plato.
Pasados unos 5 minutos añadimos la cucharadita de curry (¡ojo! Algunas pastas de curry verde pueden ser muy concentradas) y removemos bien para que se impregne el pollo. Con el calor el curry empezara a desprender todos sus aromas.
Ahora le añadimos la leche de coco (o lo que utilicemos en su lugar) y lo dejamos hacer chup chup durante 5-10 minutos hasta que tenga una textura cremosa.
En este punto te recomiendo que lo pruebes, al principio puede parecer muy suave pero a los pocos segundos notar como empieza a ardernos la boca… eso o realmente has puesto muy poco y necesita un poco más jejjeje ¡eso lo dejo a tu gusto!
Luego lo puedes emplatar, y hacerlo acompañar por ejemplo, de arroz blanco, para tener ya un plato del todo completo, y como nosotros con unos tallarines.
Espero que te haya gustado, me encantará si me etiquetas por las redes si haces tu propia version.
Un abrazo,
Mónica