El pollo asado es el pato más versátil que conozco. Lo puedes preparar en invierno con una crema de verduras de primero o con una rica ensalada en verano.
Y ¿Quién no lo ha llevado alguna vez al campo, a la playa o a un picnic?
Además está igual de rico frío o caliente, quiero decir que si te ha sobrado, al día siguiente lo puedes desmenuzar y poner en un bocadillo acompañado con lechuga, tomate y alguna salsa de yogurt.
INGREDIENTES
1 Pollo Grande u 8 Traseros
1 Limón
1 Cerveza
Aceite de Oliva
Sal, Pimienta
Hierbas Provenzales
Ajo Granulado
Jengibre Molido
Mantequilla
ELABORACIÓN
Limpiamos bien el pollo de plumas y pelos. Salpimentamos. Precalentamos el horno a 220º, mientras preparamos el aliño.
En un cuenco ponemos el zumo de un limón, las hierbas, el ajo y el jengibre (al gusto) y con la cerveza. Lo mezclamos bien.
Untamos el pollo bien con el preparado y le añadimos un chorro de aceite (2-3 cucharadas).
Ponemos a asar durante 30 minutos. Al cabo de ese tiempo, damos la vuelta al pollo y volvemos a untar con el preparado. Repetimos esta acción cada 30 minutos entre 4 y 5 veces; hasta que el pollo esté ya hecho.
En la última vuelta, 15 minutos antes, le ponemos un poco de mantequilla por encima, para que coja un color dorado bonito.
Al sacarlo , se trincha y se sirve.
CONSEJOS ÚTILES
A la vez que se asa el pollo, se pueden poner unas patatas pequeñas en la fuente; así se asarán a la vez y ya tienes la guarnición.
El aliño se puede hacer también con un machacado de ajo y perejil y con vino blanco.
No eches mucho aceite. Ya que el pollo suelta grasa y podría quedar una salsa muy grasienta.