¡N?h?o conextraqueseros! Cómo sospecharéis hoy venimos de lo más exóticas ¿a quién le apetece aprender a cocinar uno de esos clásicos que siempre pedís en el chino? Hmm… ¡pollo con almendras! Aunque según nos contaba una amiga que vive en China, de clásicos allí deben tener poco, y es que cualquier parecido entre los platos de nuestros restaurantes orientales con la realidad ¡es pura coincidencia!
Sí, sí, cómo lo oís, por lo visto si vas a algún restaurante en China y pides platos tan míticos como ternera con setas y bambú o hormigas trepan el árbol (¿alguien sabe que lleva eso?) se deben de quedar con una cara de poker genial.
Pero bueno, como nosotras no tenemos el placer de conocer ningún país asiático, nos fiaremos de las referencias que tenemos al alcance de la mano y que tan buenos están. Cómo curiosidad os contamos que en los restaurantes chinos, para darle ese saborcillo tan rico, suelen utilizar glutamato de sodio para potenciar el sabor. Nosotras en nuestra versión españolizada hemos utilizado ingredientes más de andar por casa y más naturales pero os aseguramos que el sabor es genial ¿os animáis?
Ingredientes...
Media pechuga de pollo.
1 cebolla.
1 diente de ajo.
1 zanahoria.
1 ramita de apio (opcional).
100g de champiñones.
Un puñado de almendras.
250ml de caldo de pollo (o agua con Avecrem diluido en su defecto).
Soja.
Un poco de jengibre.
Aceite de girasol.
Una cucharadita de maicena.
Con las manos en la masa...
Cortamos el pollo en dados, lo colocamos en un bol y lo cubrimos con salsa de soja y una cucharadita de jengibre. Lo dejamos macerar durante una hora como mínimo: cuanto más tiempo lo dejéis más sabor cogerá, así que ¡no seáis ansiosos!.
A continuación , tostamos las almendras en una sartén y las reservamos (si las compráis tostadas ese paso que os ahorráis).
Troceamos la cebolla, el ajo, el apio, la zanahoria y los champiñones y los salteamos unos minutos en aceite de girasol removiendo para que no se doren. Apartamos junto con las almendras.
Cuando haya pasado una hora, escurrimos el pollo y cocinamos los trocitos en la misma sartén que hemos salteado las verduras. Una vez esté hecho por fuera, incorporamos todas las verduras, removemos, cubrimos con el caldo y dejamos que el conjunto se vaya cocinando a fuego medio durante unos 15-20 minutos.
En un vaso con un poco de agua, disolvemos la cucharadita de maicena y lo echamos en la sartén para que la salsa reduzca. Cocinamos otros 5 minutos, probamos y ¡a disfrutar!