A todos nos ha pasado que estamos en casa con ganas de comer algo sabroso pero que no sea comprado fuera. Más bien es como que nos dan unas inmensas ganas de ser nosotros mismos los autores de un plato de cocina memorable y para eso seguimos una ruta más o menos común.
Lo primero es identificar cuál es el blog de cocina que nos ofrezca las recetas de forma más cómoda para la lectura, pero también que sean preparaciones adaptadas a la realidad. Bastaría con ver aquellas recetas que se exponen como súper fáciles y tienen 50 ingredientes distintos donde por lo menos 3 o 4 no los has escuchado nunca en la vida.
Entonces, ¿qué es lo que se busca? Pues lo que te menciono a continuación:
Que tenga un título claro y preciso sobre lo que se hará. No sirve de mucho que diga albóndigas sabrosas a que diga albóndigas de cordero al curry. En el segundo caso te da una idea muy precisa de lo que obtendrás y sus ingredientes principales: la carne de cordero y el curry.
Que disponga de imágenes referentes al resultado que obtendrás. Y es que es un hecho que en la cocina una buena parte del gusto entra por los ojos, por lo que es importante que cada receta vaya acompañada de una referencia gráfica que te muestre el aspecto y te convenza si es lo que deseas o no.
Que exista información general sobre la receta, pues aunque no lo parezca esto te puede dar muy buenos tips para aplicar en la preparación y que te quede exactamente como debería.
Que se acompañe de información nutricional y básica sobre el plato como la cantidad de personas que pueden comer de allí, las calorías, el tiempo de preparación y hasta la cantidad de dinero que tendrías que invertir allí.
Que los ingredientes estén presentados en forma entendible, no solo a modo de lista sino de medida, es mejor evitar casos en que dicen, por ejemplo, un poco de canela (¿Cuánto es un poco, 1 cucharadita o 2?).
Que la preparación sea por pasos y que estos vayan acompañados de instrucciones precisas. Incluso es preferible las que incluyen imágenes también.
La formación profesional vs. La aplicación empírica
Parte de la importancia que tiene seguir las recetas paso a paso se da con el hecho de que sus creadores tienen una formación profesional en el área. Si esta no es del tipo académico, al menos será experimental, lo que quiere decir que conocen muy bien los ingredientes con los que trabajan, los sabores que adquieren en sus distintas facetas y la forma en que se deben utilizar en ciertos platillos.En este sentido vale la pena advertir que las recetas son estructuradas cubriendo todos los pasos para que el resultado a obtener sea el indicado. De allí que siempre es importante seguir al pie de la letra lo estipulado y evitar variaciones, ya sea en cantidades o en el procedimiento aplicado.
Entonces, el primer paso será asegurarse de tener los ingredientes en las condiciones establecidas. Esto incluye la condición de los alimentos. Por ejemplo no es igual hacer albóndigas de carne de cordero que hacerlas de carne de cerdo. En este punto también es importante hacer una correcta medición de los ingredientes apoyándose en los utensilios que sirven para tal fin.
Otra cosa a la que hay que prestar también mucha atención es a los utensilios que se deben utilizar. Quizás en algunos momentos pueden existir sustituciones si no se cuenta con el exacto, como en el caso de una batidora eléctrica que se sustituye por una batidora de varillas aplicando mucha fuerza; pero para otros casos es indispensable contar con el correcto.
La práctica hace al experto
Existen muchas oportunidades en que vemos chefs famosos preparando unas recetas casi imposibles. Basta con ver por ejemplo las maravillas en tartas que hacen Duff Goldman o Buddy Valastro. Y aquí es importante advertir que ellos han alcanzado este nivel después de mucha práctica.Es muy probable que siguiendo paso a paso una receta obtengas un resultado increíble que te genere una gran cantidad de comentarios positivos de parte de tus invitados, pero que en una próxima ocasión no se te dé tan bien. Es normal y es por eso que resulta indispensable practicar lo más que sea posible.
Después de hacerse con el punto exacto en que se obtienen los mejores resultados es que será adecuado innovar. Por ejemplo, si haces un pie de limón, capaz podrías cambiar el cítrico y entonces hacer un pie de naranja. Muchas buenas recetas de la abuela han nacido de una base tradicional a la que se le ha colocado un toque personal en el camino.
De cualquier manera, si no te sientes muy preparado para hacerle frente a grandes retos, lo mejor es iniciarse poco a poco. Existen muchas recetas fáciles que se hacen como 4 o 5 ingredientes y en un tiempo reducido y de las que consiguen resultados increíbles. Estas son una buena alternativa para los que tienen poca práctica.
Por último, queremos decirte que hay trucos que funcionan muy bien y que puedes aprovechar de investigar cuando tengas tiempo para que tus jornadas en la estufa marchen sin contratiempos (así seas un principiante). Es bueno, por ejemplo, siempre ir probando cómo va la preparación, sobre todo después de aderezar, esto facilitará saber si tiene suficiente sal o le falta.
También es muy útil poner a marinar las carnes antes de prepararlas. Esto ayudará a que los sabores ingresen mejor y eso se reflejará al sellarlas. Con esto incluso podrás simplemente ponerlas en la plancha y listo. La cocina es un gran mundo de oportunidades, solo hace falta seguir instrucciones.