Dentro de la gastronomía malagueña este es uno de los potajes más conocidos y más cocinados sobre todo en la época de Cuaresma ya que sustituimos los productos cárnicos como el chorizo o la morcilla por la jibia o también conocida por sepia. Os lo recomiendo ya que se trata de una delicia que no os dejará indiferentes.
Ingredientes:
1 Kg de garbanzos
1 jibia grande ó 2 medianas
2 cebolletas
1 tomate
1 cabeza de ajos
1 pimiento verde hermoso
1 patata
laurel
pimienta negra molida
1 cucharadita de pimentón dulce
Sal Aceite de oliva virgen extra
La víspera ponemos los garbanzos en remojo.
En una olla a presión colocamos los garbanzos, la patata pelada y casqueada, la cabeza de ajos previamente asada, una cebolleta cortada en 4 partes, las hojas de laurel, el tomate cortado por la mitad, sal y pimienta negra molida.
Tras limpiar y trocear la jibia la agregamos a la olla. Cubrimos con agua caliente, ponemos la tapadera y dejamos hervir hasta que los garbanzos estén hechos. El tiempo de cocción de los garbanzos depende de la variedad y del tipo de agua que estemos usando. Los míos suelen tardar unos 40 minutos.
Mientras la olla está en funcionamiento, picamos muy finamente la otra cebolleta y el pimiento verde.
Los sofreímos en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando estén hechos, los apartamos del fuego y añadimos la cucharadita de pimentón removiendo cuidadosamente.
Transcurrido el tiempo de cocción de los garbanzos, esperamos a que despresurice la olla y quitamos la tapadera. Añadimos nuestro sofrito y dejamos que hierva ya sin tapadera unos 10 minutos.
Servimos bien caliente con una ramita de hierbabuena.