¿Invierno sin potaje? Eso no puede ser... Y yo antes de que se acabe este invierno, os dejo un potaje en el que he prescindido del tradicional bacalao para sustituirlo por calamar.
Y aunque parece que ya se nos viene el calor encima, estoy segura de que aún vendrán muchos días en los que nos apetecerá disfrutar de un buen plato de potaje caliente. Ya sabéis el dicho de "hasta el cuarenta de mayo...". Y ¡aún queda mucho para el cuarenta de mayo!.
La receta es muy parecida a la del potaje de vigilia que se suele hacer en mi casa, y es que, el potaje que me enseñó mi madre y que viene de generaciones anteriores, está tan rico que es casi sacrilegio querer cambiarlo. Me quedo tranquila porque he recibido buena nota de mis profes... Y, hasta ellas, han sucumbido a los calamares en el potaje.
- 240 gr. de garbanzos
- 150 gr. de anillas de calamar
- 400 gr. de espinacas
- 1 rebanada de pan
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla
- hojas de laurel
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita pequeña de pimentón dulce de La Vera "Las hermanas"
- sal
El día anterior, pondremos los garbanzos en remojo con sal.
El día que vayamos a cocinarlos, escurriremos los garbanzos y los pondremos a cocer cubierto con agua nueva, sal y unas hojas de laurel. Si lo preparáis en una olla rápida o a presión tardaréis menos. Si lo hacéis en una cacerola corriente, tardaréis más (más de una hora, seguro) y, en este caso, os recomiendo hacerlo con tapadera. Hay que cocer los garbanzos hasta que estén blanditos.
Mientras tanto, picaremos la cebolla y la pocharemos junto a los dientes de ajo en un sartén con una base de aceite de oliva. Cuando estén hechos, los sacaremos de la sartén.
En la misma sartén, doraremos la rebanada de pan.
En un mortero, majaremos los dientes de ajo, los trocitos de pan tostado y la cucharada de pimentón. Añadiremos este majado a los garbanzos, mientras siguen cociéndose.
Saltearemos las anillas de calamar y cuando estén casi cocinadas, añadiremos las espinacas y las saltearemos un par de minutos más.
Cuando los garbanzos esté blanditos, les añadiremos la cebolla pochada, los calamares y las espinacas. Dejaremos que se cocine todo junto unos 10 minutos más aproximadamente.
Y, listo para servir.
Es un plato para comer caliente. Recién hecho está muy rico, pero a mí me gusta más de un día para otro porque coge mucho más sabor.
Y no es peloteo, ni nada por el estilo, pero la zona de La Vera me encanta. He tenido la oportunidad de visitarla en muchísimas ocasiones, tantas que la conozco bastante bien, y os la recomiendo totalmente: por sus paisajes, por su clima, por su gastronomía, por sus pueblos, por su gente... y por uno de sus productos más reconocidos a nivel internacional: el pimentón.
Hace unos días tuve la ocasión de probar este pimentón, con denominación de origen protegida, Las hermanas y, nada más abrirlo te asalta ese aroma suyo tan característico y, después ese delicioso sabor que le aporta a las comidas. 100% recomendable. ¡Ah! y que no me entere yo que consumís otro pimentón que no sea de La Vera.
Gracias por suscribirte, Un beso. Chus