Ya se lo que estaréis pensando ¿a quien se le ocurre hacer un curso de todo chocolate prácticamente en verano? eso pensé yo, pero como para trabajar bien el chocolate hay que estar a una temperatura ambiente de 19º o 20º el aire acondicionado dejo el taller a esa temperatura.
Para quien no la conozca os comentaré que Julia es una persona encantadora, no escatima en explicaciones ni en material - al final os enseñaré una foto de mi botín- el ambiente fue buenísimo, solo estábamos 4 alumnas, yo me senté - como siempre- pegadita a la profe para intentar aprender lo mas posible y menos mal que nos envió un dosier después por mail porque me habría sido imposible recordar tantos datos importantes.
Si tenéis ocasión alguna vez de hacer un curso con Julia aprovechadla, no hay tiempos muertos, las clases se pasan volando y cuando te quieres dar cuenta llevas 4 horas entre chocolate.
En la mesa de trabajo hay chuches y galletas para picotear, también puedes tomar café y/o refrescos.
Pero casi no te da tiempo porque estás continuamente ocupada.
Aprendimos lo utilísimo que puede ser el termometro/temporizador de Ikea de 9.99€ aunque Julia también utilizaba uno por infrarojos mas cómodo y bastante mas caro, para medir la temperatura y templar el chocolate, que los secadores de pelo se convierten en un utensilio de cocina cuando hablamos de chocolate y como conseguir unos bombones superbrillantes y deliciosos es decir poco.
Empezamos haciendo tres tipos de ganaché para rellenar nuestros bombones: de café, frambuesa y toffe.
A continuación templamos chocolate negro mediante siembra de cristales, hicimos primero unas piruletas-chocolatinas con papel de azúcar.
A continuación bombones rellenos, una bandeja cada una que después compartimos para llevarnos a casa de todos los sabores y formas.
La foto está hecha después de pasearlos hasta casa, si las hubiera hecho en el taller estarían mucho mas brillantes, no es que estén buenos es que están de muerte lenta, el chocolate fino y crujiente y el relleno de pura locura.
Después para aprovechar los restos de chocolate probamos distintas texturas que podemos conseguir al extenderlo
Cuando acabamos con el chocolate negro empezamos con el blanco- mi favorito- el proceso para atemperarlo es parecido pero con otras temperaturas, de nuevo nos fue imprescindible el secador y el termómetro.
Esta vez hicimos estas galletas envueltas en chocolate o estos maxi bombones rellenos de oreos como prefiráis, y utilizamos chocotransfer para que tuviesen estos dibujos tan chulos.
Como os he dicho antes en la mesa había galletas y "robé" pidiendo permiso estas cuatro, están muy buenas, la receta está en su libro y también la tiene subida a su blog, si queréis probar es esta aunque en la receta pone el horno a 200º nos dijo que para que los chocolates no se abran tanto mejor poner el horno un poco mas bajo añadiendo algún minutillo mas de tiempo.
Aquí está todo el botín que me llevé a casa
Y esto es lo que pasó en cuanto mis hijos se enteraron que ya había hecho fotos