Lo ideal a la hora de preparar el pudin es aprovechar el pan viejo que se nos haya acumulado, aunque también podéis utilizar cualquier pan, preferiblemente que tenga mucha miga, o podéis echar mano de cualquier resto de bollería que tengáis por casa: pan de molde, pan de barra, magdalenas, bizcocho, … El sabor del pudin puede cambiar ligeramente en función de lo que elijáis, pero estará siempre bueno. Para hacerlo más atractivo podéis añadir unas cuantas nueces y unas uvas pasas, pero podéis prescindir de ellas o cambiarlas por otros frutos secos, como avellanas o ciruelas pasas, etc.
Ingredientes:
500 gramos de pan duro
50 gramos de pasas de uva
20 gramos de nueces cortadas en lascas
300 gramos de azúcar
3 huevos
1 litro de leche
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Preparación:
Caramelizar el molde donde vayáis a preparar el budín.
Quitad la corteza al pan y cortadlo en trocitos. Ponedlo en un recipiente grande.
Calentad la leche sin que llegue a hervir y y la volcáis sobre el pan. Lo mezcláis. Batid ligeramente los huevos, y agregadlos a la mezcla. Añadid el azúcar y la esencia de vainilla y mezclad. Por último agregad las pasas y las nueces y mezclad bien.
Verted la preparación en el molde caramelizado.
Hornead a temperatura baja (160ºC) a baño maría, hasta que al insertar un palillo, salga seco (durante 1 hora aproximadamente). Dejad enfriar y luego guardadlo en la nevera.
Podéis acompañar el pudin con helado o natillas claras.