Sólo hay un problema. Tradicionalmente hablando, no existe ningún queso bajo en calorías y todos tienen un elevado nivel de grasas. No obstante, en los últimos años la investigación con lácteos industrial ha dado pasos de gigantes para crear quesos con un menor nivel de grasas y un porcentaje de calorías mínimo, sacrificando eso sí, el sabor, las proteínas y gran cantidad del calcio del queso.
Este tipo de queso, también conocido como queso fresco, es ampliamente consumido por muchas personas a diario, por su sabor delicado y menos intenso que el queso tradicional, que combina perfectamente con multitud de recetas.
Requesón: el requesón no es un queso propiamente dicho, sino que se obtiene del suero de quesería, a partir de leche de cabra u oveja. No obstante, este lácteo es mucho menos graso que los demás quesos light que mencionaremos a continuación, y posee varias propiedades proteínicas saludables.
Quark: originario de la zona central de Europa, este queso se elabora con leche de vaca, oveja cabra. La peculiaridad de este queso es que apenas utiliza cuajo en su elaboración, y que su textura es blanda debido a su riqueza en agua. Tiene un sabor delicado y un poco ácido, parecido al del yogur.
Cottage: se trata de un queso típicamente inglés, que se obtiene derivado de la leche descremada por completo, y convertida en cuajada. La cuajada se comprime en gránulos, que se cuecen y mezclan con crema de leche. El Cottage es un queso de sabor suave y una mínima concentración de grasas, que puede usarse en recetas dulces y saladas.
Fuente: Revista Comer Bien.
¿Conoces algún otro tipo de queso fresco? ¿Y alguna receta que lo use?