Antes que nada pido disculpas por las fotos. Fue la comida de ayer y no tuve tiempo de hacer algo un poco decente, pero quería compartirlo porque es mi primera experiencia con la quinoa y fue un éxito.
Por lo que he aprendido, se trata de una semilla que por sus características se utiliza como un cereal en la cocina. Es altamente proteica y con un alto contenido en hidratos de carbono, así que es buena para una dieta equilibrada, pero no podemos abusar de ella. Tenéis más información sobre esta semilla aquí. Yo la compré en una tienda que hay en mi ciudad de harinas, cereales, legumbres y otras cosas de cultivo ecológico, pero creo que ya se puede encontrar en muchos sitios.
La quinoa hay que lavarla bien antes de ponerla a hervir y hacerla unos 20 minutos. Se cocina igual que el arroz, aunque yo tuve que usar una proporción de 3 a 1 para cocerla bien, no sé si por las características de la que compré, que tampoco tuve que lavar mucho.
Queda muy rica, con un toque crujiente pero suave, y el sabor me gustó mucho. Bueno, nos gustó a todos :)
Ayer decidí prepararla como si fuera una versión ligera de un cuscús de hortalizas y lo serví como acompañamiento de unas caballas en papillote, así que las cantidades son pequeñas, no para una ración. Os paso la receta de lo que usé.
Ingredientes para 3 personas:
- 100 gr de quinoa
- 2 calabacines pequeños
- 8 espárragos verdes grandes
- 250 gr de tomates cherry variados
- mezcla de especias “Ras-el-hanut”
- aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta
Preparación:
Lavamos bien la quinoa con un colador fino y la llevamos a ebullición con 2 porciones de agua por cada una de quinoa y un poco de sal. Si falta luego agua, ya añadiremos (es lo que tuve que hacer yo).
Mientras, lavamos las hortalizas. Troceamos los espárragos en trozos pequeños, los tomatitos por la mitad o en cuartos y los calabacines en porciones no demasiado grandes. Las salpimentamos y las reservamos.
Ponemos una plancha a calentar. La engrasamos con un poco de aceite que repartimos con un papel de cocina. Cuando esté bien caliente echamos las hortalizas todas juntas y las dejamos que se hagan, más o menos el mismo tiempo que necesite la quinoa para hacerse. A media cocción les añadimos un par de cucharaditas rasas de ras-el-hanut, las mezclamos bien y dejamos que acaben de hacerse.
La quinoa tiene que quedar con un punto de crujiente, con una textura un poco translúcida y con el brote despegado de la semilla. Cuando esté en este punto está hecha.
A la hora de servirlo lo mezclamos todo y lo rematamos con un poco de aceite de oliva virgen extra.
¡Que aproveche!