Este plato Raw Food de cocina crudivegana es muy sencillo de preparar y es ideal para un anti-pasto o un primer plato. Delicioso y ligero!
Seguimos también con la frustración de donde vivimos no poder encontrar ni levadura de cerveza ni por asomo levadura nutricional, así que tenemos que renunciar a hacer nuestro propio queso vegano con almendras y nos tenemos que conformar con hacer un relleno casero de tofu, parmiggiano crudista (anacardos y nueces de Brasil) y aceitunas negras, todo ello aderezado con una generosa salsa pesto para el relleno.
Ingredientes:
Para dos porciones generosas nos ha bastado un calabacín mediano.
50 gramos de tofu cremoso
una cucharada de pesto casero ( ver receta aquí)
un par de cucharadas de falso parmiggiano crudista ( triturar 50 gramos de nueces de Brasil junto a 50 gramos de anacardos o semillas de marañón con una pizca de sal marina, una cucharadita de aceite de oliva extra virgen y un toque de pimienta)
1 tomate natural maduro
un puñado de albahaca fresca
zumo de limón un par de cucharadas
aceite de oliva extra virgen
hierbas aromáticas para decorara
un puñado de aceitunas negras
Preparación: Lavamos bien la piel del calabacín y con una mandolina cortamos en rodajas muy finas y reservamos
En un pequeño bol vamos mezclando el tofu, el pesto, el parmiggiano crudista, tres aceitunas negras picaditas, un toque de sal y pimienta y dejamos macerar (mejor si se prepara con algunas horas de antelación)
Mezclamos en un bol aparte el zumo de limón con una cucharada de aceite extra virgen de oliva y una pizca de sal y con una brocha pintamos una de las caras que ira al exterior de nuestro ravioli.
Con una cucharada pequeña tomamos un poco de la mezcla del relleno y colocamos en el centro de la rodaja de calabacín. Ponemos otra rodaja fina encima y presionamos los bordes con los dedos hasta que el relleno queda en el centro haciendo el efecto de un sombrero que se abulta. Cuando nuestro raviol está bien cerrado barnizamos con la mezcla limón - aceite y colocamos en un plato. Así hasta que
vamos rellenando todos nuestros raviolis.
Trituramos el tomato natural junto a una hojas de albahaca frescas y lo colocamos en el centro del plato donde vayamos a servir.
Colocamos los raviolis, le damos un toque de pimienta negra recién molida por encima, espolvoreamos un poco de hierbas aromáticas y un poco más de parmiggiano crudista ( hecho con las semillas de marañon y nueces de Brasil) y decoramos con unas aceitunas negras.
Se puede tomar crudo tal cual para mantener todas las propiedes y nutrientes del plato o se puede meter en horno a 40º con la puerta semiabierta para deshidratarlo ligeramente durante una hora.
Yo en esta ocasión lo he tomado natural, sin deshidratar y es un plato único y deliciosamente ligero!