La tarta Selva Negra es súper típica en Alemania, de la zona de Baden, donde le llaman Schwarzwälder Kirschtorte, y si vais a Alemania seguro que la veis en cada pastelería, y además también la suelen servir en los restaurantes como postre casero, como los Apfelstrudel. A mí francamente, lo que más me importa es que es una tarta que me encanta, ¡es un clásico de la repostería!
Hay muchas versiones de la tarta Selva Negra, pero yo hoy voy a intentar ceñirme a la original en la medida de lo posible, adaptándola un poco como todas nuestras recetas. La idea es que haremos un bizcocho genovés de chocolate (que por cierto me ha quedado de muerte, ya veréis) con nata (crema de leche) montada o crema chantilly y mermelada de cerezas. Queda jugoso y la combinación de sabores es increíble.
Lo ideal para que quede una tarta de rechupete, es que todos los ingredientes sean caseros. Por eso, el bizcocho genovés lo haremos con mucho cariño en casa, montaremos nosotros la nata (crema de leche), y además usaremos nuestra propia mermelada de cerezas sin azúcar. ¿Que la podéis comprar ya hecha? Sí, ya hay varias marcas que hacen mermeladas sin azúcar, así que la podéis comprar, pero yo prefiero siempre lo casero
Como los ingredientes son los que son, la única opción de reducir el aporte calórico es hacer raciones más pequeñas, con menos pisos. Hay quien llega a poner 5 capas de nata (crema de leche), yo eso lo he visto mucho para el tema de las grasas. También se puede cubrir luego la tarta con cobertura de chocolate, pero entonces se me iban los hidratos de carbono, así que por eso he decidido cubrir con bizcocho deshecho, que queda bonito y no suma mucho. Eso sí, hace falta cubrir las paredes con algo, porque sino la tarta se desmontará a la mínima que la movamos, porque la nata montada (crema de leche) no se endurece y las capas se mueven si no las fijamos por fuera con algo. La pared que he hecho yo con el bizcocho ha resultado útil a la par que rica
Si tenéis cerezas más pequeñitas y rojas que las mías, os quedará más bonita. Yo tenía estas cerezas picota enormes, que son grandes y oscuras pero que saben a gloria
Partiré de la base de que ya tenéis la mermelada de cerezas hecha, y la nata montada (crema de leche) y fría (para montar la nata (crema de leche), solo necesitáis nata (crema de leche) líquida para montar, y batirla con las varillas eléctricas con edulcorante hasta que esté bien firme y montada).
Y os dejo ya con esta clásica y tradicional tarta Selva Negra, hoy sin azúcar
Información Nutricional
Cada ración de 50gr de esta tarta Selva Negra contiene:
173,46 kcal
5,37 gr HC
Ingredientes:
4 huevos M, 90gr harina integral, 30gr cacao en polvo sin azúcar, 2 cucharadas rasas de stevia, Mermelada de cerezas (c/n), Algunas cerezas enteras (unas 20), 500ml de nata (crema de leche) para montar, 2 cucharaditas de stevia
Instrucciones:
Primero prepararemos el bizcocho genovés de chocolate, que es la base de nuestra Selva Negra. Para ello, separamos en dos bols las claras de las yemas, y batimos las yemas junto con la stevia o sucralosa hasta que blanqueen un poco.
Añadimos la harina tamizada poco a poco, integrándola bien para que no queden grumos. La masa que tendremos será bastante espesa, es normal.
¿Recuerdas las claras que hemos apartado? Pues las batimos a punto de nieve, hasta que estén bien montadas. Agregamos la mitad a nuestra mezcla principal, y las integramos con una lengua de gato, con movimientos envolventes para que no se bajen.
Añadimos el chocolate, y volvemos a mezclar con movimientos de fuera hacia dentro. Ahora añadimos el resto de las claras, y volvemos a mezclar. De esta manera, conseguimos una masa fina, bien mezclada y sin grumos, con la que nos saldrá un bizcocho jugoso y esponjoso.
Ponemos la masa sobre un molde desmontable, redondo (el mío es de 22cm de diámetro). Para que no se pegue la masa, podéis engrasar el molde con un poco de mantequilla light, o forrarlo como he hecho yo, con papel de hornear. Si lo queréis hacer así, solo tenéis que hacer un par de tiras del alto del molde para los laterales y una redonda para el fondo, tomando como guía para recortarlo el propio molde. Es opcional, pero yo prefiero hacerlo así con bizcochos grandes porque te aseguras que el desmoldado será perfecto y fácil.
Horneamos unos 35min a 180º, con el horno previamente precalentado por encima y por abajo. La prueba de fuego es la de siempre, clavar un palillo en el centro y sacarlo limpio.
Dejamos enfriar unos minutos, y empezamos a montar la tarta. Lo primero será quitar la parte abultada de arriba, cortando, y reservar. Normalmente si se me abulta un bizcocho le doy la vuelta, pero en este caso me hacía falta ese trozo "extra" de bizcocho, porque con él rebozaremos las paredes. Además, cuando le damos la vuelta en caliente a un bizcocho para que se aplane, pierde esponjosidad porque se compacta un poco más.
Cortamos el bizcocho por la mitad, en dos rodajas iguales (yo me ayudo clavando 4 palillos como se ve en la foto, y cortando de palillo a palillo). Hacemos un almíbar con una cucharada de mermelada y 2 de agua caliente, y pintamos todo el bizcocho con él. Así, quedará bien empapado y jugoso.
Y ya solo nos queda montar la tarta, para lo que necesitamos la mermelada de cerezas, la nata (crema de leche) ya montada con esas dos cucharaditas de stevia, y algunas cerezas descorazonadas. El orden es éste: bizcocho, capa de mermelada con cerezas, capa de nata montada (crema de leche), bizcocho, capa de mermelada, capa de nata montada (crema de leche) (tanto arriba como por los laterales/paredes. Para que se aguante bien, desmenuzamos la tapa del bizcocho que hemos apartado antes, y cubrimos los laterales de la tarta poniendo el bizcocho desmenuzado y compactando con los dedos.
Decoramos por encima con chocolate rallado y cerezas partidas por la mitad, ¡y listo!
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