El otro día mirando Foursquare me acordé del check-in que hicimos en verano en la cafetería "Cafe 2" del museo MoMa de Nueva York. Jamás había estado en un restaurante tan bueno que estuviera dentro de un museo y, aunque probamos también en el Metropolitan de NY para ver si era algo común por allí comer tan bien en un museo ese nos decepcionó mucho (el restaurante, el museo es alucinante).
Pues a lo que iba, que me pierdo hablando, me pedí un plato de pasta y no me imaginaba para nada que lo que me iban a traer se convertiría en uno de mis platos favoritos. Fue una sorpresa encontrarme con un plato de tortellini cocidos en caldo de pollo con trozos de pollo, rúcula, piñones y queso parmesano mmmmmmmmmm. Increíble. Quizás vosotros lo hayáis visto por algún lado pero yo (que soy de pueblo XD ) no había visto a nadie jamás hervir raviolis o tortellini en caldo de pollo. Pero si lo piensas es lo más lógico del mundo. Si lo hacemos con los galets y la carne en la escudella catalana... ¿por qué no con otros tipos de pasta rellena?
Así que me puse manos a la obra para recrear este fantástico plato que, además, es perfecto para el invierno porque es calentito, reconfortante y da mucha energía.
Yo me decidí por la versión perruna y compré el caldo de pollo ya hecho. Pero si tenéis caldo casero pues mucho mejor. Estos son los ingredientes que utilicé para dos personas:
1 litro de caldo de pollo
1 pechuga de pollo deshuesada
1 pack de raviolis frescos (de esos que ya vienen para 2 personas)
unos cuantos piñones
un puño de rúcula fresca para cada plato
queso parmesano rallado
un poco de pimentón picante
El proceso es bien sencillo: pones a hervir el caldo de pollo y cuando esté hirviendo le añades el pollo a trocitos y lo dejas 3 minutos. Después añades los raviolis o tortellinis y los dejas hervir el tiempo que diga el fabricante.
Al emplatar, pon encima de cada plato de sopa un puñado de rúcula, piñones al gusto y queso parmesano rallado también al gusto. Para acabar dale un toque picante con un poquito de pimentón picante.
Y ¡ya está! espero que lo probéis y me digáis. Yo al verlo en el MoMa pensé "uyy rúcula en una sopa, no se si me va a gustar mucho" ¡pero me encantó! Le da una textura y sabor sorprendentes al plato.
Espero que os haya gustado. Un beso a todos!