Como bien sabéis, esta no es nuestra primera entrada de risottos, ya que anteriormente habíamos publicado la de risotto de bacon, espárragos y semicurado, uno de los platos de este tipo de arroz que mas nos han gustado hasta el momento, pero en cada receta nueva que probamos en casa, descubrimos la cantidad de sabores diferentes que se le pueden añadir, quitándonos la idea de que todos los risottos son iguales.
Los que ya nos conocéis bien, sabréis que tipo de plato es el risotto, pero para aquellos que aún no lo sepan, el risotto es un plato típico de la cocina italiana, en la que el arroz es la base fundamental, acompañado en la mayoría de los casos de queso parmesano que le da un sabor muy característico. El arroz con el que se prepara, suele ser un arroz que tenga facilidad de absorber liquido y soltar el almidón, como puede ser la variedad arborio. Hablando del resultado, un risotto no debe considerarse un arroz caldoso, sino que, al acabar la preparación, debe quedar muy cremoso, como si nos metiéramos en la boca una crema suave.
Sinceramente, desde que en casa lo realizamos por primera vez hace ya bastante tiempo, nos dimos cuenta que es quizá la forma de preparar arroz que mas nos gusta de todas, por varios motivos: no es un plato complicado de hacer. Si es entretenido, ya que hay que estar durante todo el proceso, removiendo constantemente, pero no tiene mas dificultad que esa. Por otro lado, su sabor. Si todavía hay alguien que no lo haya probado, solo decirles que, aunque sea una sola vez, lo prueben, y descubrirán una forma nueva y realmente exquisita de consumir un plato de arroz. Y el último motivo es la cantidad de recetas diferentes que podemos hacer, ya que cambiando ciertos ingredientes, daremos un giro al plato distinto y original. Nosotros ya tenemos en mente muchos risottos diferentes que iremos probando y compartiendo con todos vosotros en el futuro.
Hoy, el que tenemos ante nosotros, es uno de los mas populares. Y es que, quizá, junto con el risotto de setas, sea de los mas preparados. Esperamos que, cuando decidáis hacerlo en casa, os resulte tan delicioso como nosotros y os unáis al "club de fans" del risotto. Ahora, a por los delantales y manos a la obra!
Ingredientes (3 personas):
300 gr de arroz especial risotto
300 gr de espinacas congeladas
1 cebolla
1,2 l de caldo de pollo
1 cucharadita de mantequilla
Queso parmesano rallado
1 pastilla de caldo de pollo
Aceite
Preparación:
En una olla, coceremos las espinacas en agua hirviendo con una pastilla de caldo de pollo. Cuando estén cocidas (tras 5-7 minutos una vez el agua vuelva a hervir), las sacamos, refrescamos bajo el grifo y las escurrimos bien, aplastandolas con la mano para eliminar todo el agua.
Picamos muy finamente la cebolla y ponemos en un cazo a calentar el caldo de pollo (el caldo debe estar caliente durante toda la preparación del plato, pero sin necesidad de estar hirviendo).
Ponemos en una cacerola con aceite a fuego medio a pochar la cebolla. Cuando esta comience a dorarse, echaremos el arroz y lo removeremos, de forma que se cocine un poco el arroz y suelte el almidón.
Pasados unos minutos, verteremos un par de cazos de caldo y removeremos constantemente. En este plato, como ya sabéis, la forma de realizarlo es no dejar de remover el arroz constantemente, vertiendo de cazo en cazo el caldo cuando veamos que el arroz comienza a quedarse seco. De este modo lo iremos preparando.
Cuando apenas nos quede caldo para echar, verteremos las espinacas y lo removeremos de forma que se distribuyan bien por todo el arroz.
Una vez que ya no tengan caldo y el arroz este en su punto, lo retiramos del fuego y echamos la cucharadita de mantequilla y queso parmesano al gusto. Removemos para que se integre todo bien.
Servimos al momento.
Plato preparado y listo para consumir. Ahora, solo nos queda sentarnos a la mesa y llenar nuestro paladar de uno de los sabores mas cremosos y ricos que podemos poner ante nosotros.
Un saludo a tod@s y buen provecho!