Es martes y toca nuevo post. Esta vez regreso a la cocina con una receta de esas bien calóricas, pero que nos enamoran. Se trata de unos Rollitos de bacon y pollo con bechamel, cuya receta la encontré en estos vídeos que rondan por Facebook. Esos que siempre vemos, pensamos que tenemos que elaborarlos y luego no los ponemos en práctica. Bueno, pues por una vez, me he animado y aquí lo tenéis.
No sé la razón, pero siempre cuando cocino prefiero usar el horno, me da la sensación como que mancho menos y todo se hace más rápido. De ahí que al ver esta receta me animara a llevarla a cabo. Aparte, los ingredientes que se necesitan suelen estar prácticamente siempre en mi nevera y la combinación es perfecta para un buen almuerzo.
INGREDIENTES:
Una pechuga de pollo.
Lonchas de bacon.
Queso cheddar.
Sal.
Pimienta.
Orégano.
Bechamel.
1º. Partimos la pechuga de pollo en filetes. Por cada filete colocamos tres lonchas de bacon bien estiradas y que estén, en cierta medida, solapadas unas con otras.
2º. A continuación, posamos encima la pechuga de pollo salpimentada y después el queso cheddar, justo en el centro.
3º. Finalmente, enrollamos el bacon con el pollo y el queso. Una vez lleguemos hasta el final, con ayuda de unos palillos, lo dejamos bien agarrado para que no se abra en el horno.
4º. Una vez hechos los rollitos los metemos al horno a 180 grados durante unos 30 minutos. No os sorprendáis de que el queso se salga o empiece a salir algo de agua. No importa. Tened en cuenta que se trata de la grasa del bacon y del queso, lo cual es buena señal, porque significará que se están cociendo apropiadamente. No obstante, algo que aprendí al elaborarlos, es que para la próxima, intentaré cerrarlos aún más, para que no se salga tanto el cheddar.
5º. Mientras se hornean los rollitos vamos elaborando la bechamel. Recordad que es una salsa muy fácil de hacer, basta con leche, mantequilla, harina, sal, pimienta y nuez moscada. Una vez hecha vertedla sobre una bandeja.
6º. Para terminar, únicamente posamos los rollitos encima de la bechamel y rematamos con un toque de orégano, que no podía faltar.
Como os imaginaréis esta comida triunfó. La receta resultó riquísima y digamos que la combinación del sabor fuerte del bacon, unido a la suavidad de la bechamel fue perfecta. No obstante, os aviso de que los rollitos llenan muchísimo. Así que intentad que sea plato único acompañado de ensalada como mucho. Comimos dos personas con esta receta y el quinto rollito nos costó bastante terminarlo.
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