Ingredientes:
- 500 gramos de filetes de pechuga de pollo.
- Lonchas de jamón ibérico.
- Lonchas de queso curado.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharada de mostaza.
- Unos taquitos de jamón.
- ¼ de cebolla.
- El zumo de medio limón.
- Un chorro de vino blanco.
- Un chorro de agua.
- Sal y pimienta.
- Hierbas provenzales.
- Ajo granulado.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es estirar nuestros filetes de pechuga de pollo salpimentarlos por un lado y por el otro poner una loncha fina de jamón y otra de queso, doblamos y cerramos con un palillo. Echamos unas hierbas provenzales y el ajo granulado por encima para darle más color al pollo.
Una vez que tenemos todos, ponemos aceite en una sartén y los vamos marcando, los pasamos a una fuente apta para horno untada con un poco de aceite y los metemos durante 25 minutos a 200 grados.
Mientras vamos preparando nuestra salsa, en la sartén donde hemos hecho el pollo añadimos la cebolla cortada en trozos pequeños, cuando veamos que comienza a aclararse añadimos el jamón, le damos varias vueltas para que tueste un poco y echamos el zumo del medio limón, la cucharada de mostaza, un chorro generoso de vino y otro de agua. Subimos el fuego para que se evapore el alcohol. Cuando tenemos la salsa casi reducida, echamos el pollo, que hemos sacado del horno (no olvidéis quitarle el palillo), le damos varias vueltas y ya está listo para servir.
La pechuga de pollo en el horno puede quedar un poco seca, por eso se acompaña con un poco de salsa, pero en ningún momento tiene que bañar al pollo. Si esta receta la queréis servirla como aperitivo cortáis cada pechuga en rodajas y le añadís un poco de la salsa por encima.
Tiempo de preparación: 45 minutos.
Gasto: 7 euros.
Raciones: 4 personas.
Dificultad: Fácil.