Ingredientes:
6 huevos
180 gr. de azúcar para la masa
200 gr. para rebozar
ralladura de dos naranjas
el zumo de dos naranjas
250 ml. de aceite de oliva virgen frito con cascara seca de naranja y 30 gramos de matalauva
2 sobres de levadura “Royal”
1 vaso de “Anís del Mono”
1 kg. de harina
1 cucharada de vainilla
2 litros de aceite de girasol para freír
Preparación:
Rallamos las naranjas y hacemos el zumo. Ponemos las ralladuras en un bol grande, donde pondremos las yemas. En otro bol ponemos las claras que montaremos a punto de nieve. Seguimos poniendo junto a las yemas los 180 gramos de azúcar, la cucharada de vainilla y batimos, añadiendo el aceite frito frío y el zumo de naranja. Cambiamos las varillas de batir por las de amasar e incorporamos lentamente las claras uniendo el conjunto. Por otra parte, tendremos la harina tamizada con la levadura y la iremos incorporando poco a poco. La masa no tiene que salir del bol pero se tiene que separar de las paredes, quedando blanda pero que podamos coger a pellizcos sin que se nos pegue en las manos, manera de eso es tener harina para ponernos en las manos y hacer bolas que pondremos en la encimera cubierta con un poco de harina. Hacemos los agujeros con un tapón de corcho. En una cazuela onda ponemos dos litros de aceite de girasol de freír y siempre a un fuego moderado, vamos cogiendo los roscos y con un cuchillo de sierra hacemos un corte alrededor y los freimos hasta que estén dorados, cuidando de que se hagan poco a poco, para que no queden crudos por dentro. Se retiran en un plato con papel absorbente y los pasamos por anís y azúcar. Sobre todo, no bañar en anís, solo mojar un poquito para que pegue el azúcar. Se puede poner un poco de canela molida en el azúcar.