Para mi gusto están mejor de un dia para otro y las recomiendo totalmente.
Como siempre he hecho algunas variaciones de acuerdo a lo que tenía en casa..
...pero han sido mínimas. Gracias Marian por esta receta tan estupenda! Ingredientes para 24 rosquillas (más o menos): 2 huevos grandes70 gramos de azúcar70 ml de aceite (yo le puse de oliva suave, se puede poner de girasol)Ralladura de media naranjaZumo de media naranja50 ml de licor de anís (yo le puse de ron miel y unos granos de anís bien bien molido)2 cucharaditas de levadura1/2 cucharadita de bicarbonato (se mantienen sin endurecer más tiempo)Harina de trigo la que admita.Esto de no poner cantidades en la harina no me gusta mucho porque para los que se inician es complicado ya que no saben cómo debe quedar la masa o cuando parar de añadir harina. Lo voy a explicar más abajo, pero admite como medio kilo de harina más o menos. Preparación: En un bol grande batimos el huevo con el aceite, la ralladura de naranja, el ron y el anís molido (o el licor de anís), el zumo de naranja y batimos bien; añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que haya quedado bien disuelto el azúcar, añadimos la levadura y el bicarbonato y seguimos batiendo hasta que la levadura se disuelva y desaparezcan los grumos.En este punto añadiremos la harina poco a poco y la iremos integrando con la mano hasta que quede una pasta un poco pegajosa con la que se pueda hacer una tira que, aunque quede un poco blanda, se pueda hacer un rollito. Si ponemos demasiada harina corremos el riesgo de que luego queden duros, y si ponemos poca no podremos hacer los rollitos porque se harán planos al ponerlos en el plato antes de llevarlos a freir. Para mi el punto es cuando están un poco pegajosos, me lavo las manos y me las unto con un poco de aceite para poder hacer los rulos sin que se me quede pegado parte a las manos.Hacemos 2 tiras, las cerramos en forma de rosco y ponemos una encima de la otra (así salen como en la foto, dobles, pero si se quiere pueden hacerse de solo una tira)Las llevamos a freír en abundante aceite caliente con una cáscara de limón (yo le puse de oliva suave, pero puede hacerse con girasol), las doramos por ambos lados y las sacamos a un papel para escurrir el aceite; las "bañamos" en azúcar y ya están listas. Nota: El aceite debe estar bien caliente cuando las metemos, pero luego hay que jugar con la temperatura y bajarla un poco para que se hagan bien por dentro y no se quemen por fuera. Si está muy caliente se dorarán demasiado rápido y por dentro quedarán crudas. No hacer los roscos muy grandes ya que en el aceite engordarán un poco más.