Aunque los viernes suelo subir al blog una receta dulce, hoy me salto el guión, porque el próximo día 19 es un domingo especial, día grande de Fallas. se celebra el Día del Padre y además es la onomástica de San José, en el cuál casi 650.000 personas además de mí, celebramos nuestro "santo", (os dejo este enlace del INE por si queréis saber cuantas personas hay en España con vuestro mismo nombre y su distribución por provincias, bastante curioso).
Mi nombre mantiene la línea de lo que antes era pura tradición, ésto es, poner al recién nacido (sobre todo al primogénito como es mi caso) el nombre del padre, aunque en mi caso, decidieron añadir en el último momento el nombre de mi abuelo paterno y hacerlo compuesto, cuestión que lleva a que, dependiendo de quién me llame, se dirija a mí como Jose (sin acento) o Manué en el caso de mis padres. Tampoco es que el nombre sirva de mucho en algunas situaciones, porque cuando estaba en el ejército, lo compaginaba con mis clases en la Facultad y eso me llevaba a tener que ir vestido de uniforme en algunas ocasiones (madre mía, hoy lo pienso y me da la risa), por lo que se me quedó el apodo de "cabo" hasta que terminé la carrera, muy a mi pesar. Y cuando comencé a trabajar, tanto el hecho de mis ojos azules como mi pelo rubio, pero sobre todo, el decir que mi familia estaba en Alemania, fue motivo más que suficiente para que mi "querido compañero" (la madre que lo trajo) extendiese cariñosamente por toda la obra el apodo de "alemán".
Yo con mis hijos he roto esa costumbre o tradición ya que en el santoral español hay infinidad de nombres, muchos de ellos preciosos tanto de niños como de niñas, incluso nos llegamos a comprar un libro con los nombres y sus orígenes, aunque a la hora de la verdad, en ambos casos, nos decidimos por los que en principio habíamos pensado y estamos muy contentos con ellos, y los niños también.
Así que me he anticipado a "mi día" como se suele decir por Sevilla y he preparado un plato al que he bautizado con mucho nombre pero la mar de sencillo de elaborar y con un aspecto irresistible, incluso para los que son poco dados al pescado.
Os deseo muchas felicidades a todos los que el próximo domingo celebráis vuestro santo y a todos los valencianos por su día grande.
❀ ¡Feliz fin de semana! ❀
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Ingredientes: (2 porciones)
2 lomos de salmón fresco libre de espinas
1 cucharada de salsa de soja
Pimienta molida
100 gr de semillas surtidas
Crema de aguacates y albahaca:
2 aguacates
10 hojas de albahaca fresca
1 diente de ajo
1 limón
Pimienta molida al gusto
1 cucharadita de pimienta verde en conserva
1 cucharada de nata (crema de leche) o crema agria
Aceite de oliva
Pizca de sal
Elaboración de la crema de aguacates y albahaca:La vamos a preparar en un plisplás en vaso de batidora.
Abrir los aguacates longitudinalmente y retirar el hueso. Trocearlos y poner dentro del vaso de la batidora.
Añadir el diente de ajo pelado, las hojas de albahaca, las dos pimientas, el zumo de medio limón, 1/2 cucharada de aceite de oliva, 1 cucharada de nata (crema de leche) o crema agria y sal al gusto. Batir hasta obtener una crema medianamente densa. Reservamos hasta el emplatado.
Elaboración de los lomos de salmón:
He mantenido la piel de los lomos para que salgan más jugosos. Se untan con la salsa de soja y se añade pimienta molida. Poner una cucharada de aceite de oliva en una sartén y dorar a fuego medio alto los lomos de salmón, poniéndolos con la piel boca abajo en primer lugar.
Poner las semillas en un plato hondo y una vez estén los lomos al punto de vuestro gusto, los retiramos de la sartén y los rebozamos bien con las semillas.
Servimos cada lomo de salmón con un poco de crema de aguacates y albahaca; unos tomates cherrys a la plancha, son una deliciosa guarnición junto a unas hojas frescas de albahaca.
Esta crema de aguacates también queda deliciosa untada en unas tostadas y acompañada de jamón cocido y huevo, ideal para un desayuno completo o una cena ligera.
Pues ya solo nos queda sentarnos a la mesa y disfrutar de un gran plato, muy sabroso y saludable.