Para dos personas: 50 g de mantequilla o aceite de oliva 1/2 litro de leche 2 cucharadas de harina de trigo 1 /2 cucharadita de nuez moscada Un pellizco de sal Un poco de pimienta molida Opcional: queso, perejil, pimentón Fundimos la mantequilla, o ponemos a calentar un chorro de aceite de oliva si buscamos un sabor más intenso.. Cuando está caliente añadimos harina de trigo. Cocinamos bien hasta que haya absorbido el aceite y tenga un aspecto dorado. Este paso es muy importante pues si no se cocina bien, dejará gusto a harina
Se añade la leche en tres tandas, removiendo bien y deshaciendo todos los grumos que se formen, añadimos sal y pimienta. Os recomiendo leche caliente pues facilita la labor de deshacer grumos. Si aún así se os sigue quedando con grumos, usad la batidora a potencia baja unos segundos.
Si queremos que la besamel tenga un toque de queso es el momento de añadírselo, o bien queso rallado, o gorgonzola que queda muy especial en trocitos u otro. Procuramos que el queso se funda y se integre en la besamel. Otra opción es añadir diferentes especias para dar otro toque si queremos innovar. Reducimos hasta que consigamos la consistencia que buscamos, siempre teniendo en cuenta que cuando se enfríe quedará más consistente. Aquí tenéis estas napolitanas en la que podéis usar bechamel con queso. Si os gustó, podéis uniros a mi blog Con Arte y Paciencia