En casa los mejillones cocidos son un “plato socorro”, de esos que preparo cada vez que me quedo corta de ideas, o cuando no tengo demasiadas ganas de pensar que cocinar. Acercarme o mandar a alguien que esté en casa, sin hacer nada o que esté tumbado en el sofá viendo la tela, a comprar una malla de mejillones frescos, al mercado que está tan solo a 75 metros de casa, es algo habitual.
Lo que ya no es tan habitual es que sobren mejillones cocidos, pero cuando esto pasa, tengo una fórmula para aprovecharlos, los conservo en la nevera, junto a su caldo de cocción y al día siguiente, o al otro, preparo unos filetes de pescado a la plancha con salsa de mejillones, quedan delicioso.
Ingredientes
1 zanahoria grande
1/2 cebolla
1 diente de ajo
15 mejillones hervidos
1 vaso de agua de cocer los mejillones
Aceite de oliva
Pimienta
Sal
Como preparar salsa de mejillones
Pelamos y troceamos la cebolla, la zanahoria y el ajo.
En un cazo calentamos un chorro de aceite y sofreímos las hortalizas.
Cuando empiecen a estar doradas añadimos al cazo los mejillones, el vaso de agua y una pizca de sal y pimienta.
Dejamos hervir durante un rato, hasta que las verduras estén tiernas.
Trituramos, el contenido del cazo, hasta conseguir una salsa fina, catamos y rectificamos de sal si es preciso.
Si vemos que nos queda demasiado espesa, podemos añadirle un poco más de agua de la cocción de los mejillones.
Esta salsa es muy sabrosa, por lo que es ideal para acompañar pescados blancos, cocinados a la plancha o hervidos.
Foto y receta: Juana Trujillo